El reconocido actor Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, fueron hallados sin vida en su hogar en Santa Fe bajo circunstancias sorprendentes la semana pasada. Aunque las autoridades aún investigan las causas de sus decesos, han descartado cualquier indicio de intoxicación por monóxido de carbono o un posible crimen.

Los cuerpos de los cónyuges se encontraron en diferentes habitaciones de su residencia, con pastillas junto a la señora Arakawa, según la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Fe. Mientras la investigación avanza, amigos cercanos comienzan a relatar cómo fueron los últimos años de vida del querido actor y su compañera, resaltando su elección de una vida retirada y pacífica, alejada del tumulto de Hollywood.

Una elección de vida en la tranquilidad de Santa Fe

Los amigos más cercanos de la pareja, Daniel y Barbara Lenihan, afirmaron que Hackman y Arakawa decidieron vivir en un área remota, construyendo su hogar en 12 acres de montañas cercanas a Santa Fe. Barbara describe cómo la pareja valoraba su privacidad: "Eran muy reservados, y siempre respetamos su estilo de vida", añadió, subrayando que Arakawa rara vez usaba teléfonos móviles y prefería la comunicación por correo electrónico. "Estaban realmente solos, y así era como querían vivir".

La pareja se conoció hace más de 30 años durante una visita a Santa Fe, cuando Hackman, fascinado por un dibujo del USS Arizona realizado por Daniel, lo invitó a almorzar. Desde entonces, su amistad floreció. Juntos, Barbara y Betsy cofundaron Pandora's, una tienda que ofrecía artículos para el hogar y colaboraba con artesanos locales. La inspiración para el negocio surgió cuando Hackman regresó de un rodaje en Europa Central, trayendo consigo bellos textiles.

Última vez que fueron vistos

Según Barbara, la última vez que vio a Arakawa fue hace tres semanas en su tienda, aunque no era raro no tener noticias frecuentes de ellos, ya que raramente salían. "Estaban bastante aislados", comentó. Además, dijo que Betsy era una esposa excepcional que cuidaba de Hackman, quien había mantenido un estilo de vida saludable tras someterse a una cirugía de triple bypass.

Hacía un año, Hackman aún podía moverse en bicicleta y Arakawa lo motivaba a realizar yoga y mantenerse en forma. Grandes amigos de la pareja, Daniel y Barbara, expresaron su asombro ante la tragedia, hablando sobre la compatibilidad excepcional que siempre observaron entre ellos. "Siempre nos sorprendió lo bien que se llevaban", añadieron, recordando que nunca presenciaron conflictos entre ellos.

Un legado de creatividad e inteligencia

Daniel, quien trabajó con Hackman en tres libros a lo largo de diez años, lo recuerda como un hombre fascinante, divertido e inteligente. Por su parte, Barbara describe a Betsy como ingeniosa y agradable. La profunda conexión entre Gene y Betsy ha dejado a muchos reflexionando sobre el amor verdadero, recordando que la pareja encontró felicidad en la soledad y en la simplicidad de su vida juntos.

Aunque circunstancias trágicas ahora marcan su historia, el impacto de su amor y amistad perdurará en la memoria de quienes los conocieron.