La Universitat de Valencia ha confirmado que fue su rectora, Mavi Mestre, quien decidió suspender las clases basándose únicamente en la información proporcionada por Aemet y Emergencias, según se detalla en un reciente comunicado. Esta decisión fue tomada tras las recomendaciones del Comité de Emergencias de la universidad, un organismo conformado por miembros del Consejo de Dirección, de Gerencia y de las diferentes facultades y escuelas del centro.

El informe enviado por la Universitat no apoya la postura del Consell, que esperaba que se tuviera en cuenta más información. Tan solo se contó con las previsiones de riesgo ofrecidas públicamente por las autoridades competentes, es decir, Aemet y Emergencias. Esto significa que la dirección académica no tenía acceso a más datos de los que cualquier otra institución que estuviera atenta a los avisos oficiales.

El 28 de octubre, la Universitat activó su Comité de Emergencia en la mañana, ante las previsiones alarmantes de las agencias meteorológicas. En el transcurso de ese día, se decretó un nivel de alertamiento 1, que permitió enviar recomendaciones a los profesores para que no llevaran a cabo exámenes, prácticas obligatorias, ni la entrega de trabajos o ejercicios de evaluación.

A medida que avanzó la jornada, la situación meteorológica se tornó más crítica. A las 13:23 horas, el perfil de Emergencias en X (anteriormente Twitter) emitió un aviso sobre intensas lluvias y vientos. Posteriormente, a las 17:36 horas, se emitió una alerta naranja para Ontinyent, donde se ubica uno de los campus de la Universitat. A esa hora, ya se contemplaba la posibilidad de elevar a alerta nivel 2, que conlleva la suspensión de las actividades docentes. Sagunto, otro municipio afectado, ya había decidido cancelar sus clases.

A las 19:49 horas, el Comité de Emergencia propuso pasar al nivel 2 de alerta y comunicó a los medios que no habría clases. La mañana del 29 de octubre, la situación continuó evolucionando de manera desfavorable. A las 11:19 horas, se sugirió elevar la emergencia al nivel 3, lo que llevó a la rectora a decretar inmediatamente la suspensión de toda actividad universitaria presencial, incluyendo la docencia, labores administrativas, investigaciones, actividades culturales y deportivas, a excepción de aquellas tareas necesarias para el mantenimiento de instalaciones críticas.

Las autoridades advierten que la situación meteorológica podría persistir por varios días más, lo que hace indispensable que la comunidad educativa permanezca atenta a los avisos oficiales. En medio de esta crisis, la Universitat de Valencia ha hecho un llamado a la responsabilidad y la seguridad de todos, destacando la importancia de acatar las recomendaciones de las autoridades.

Durante estos eventos trágicos, se recuerda a todos que la seguridad es lo primordial.