En menos de un año, Karla Sofía Gascón (Alcobendas, 1972) ha pasado de ser casi una desconocida a convertirse en el ojo del huracán mediático. La talentosa actriz española, que alcanzó la fama con la película 'Emilia Pérez', ha vivido momentos tumultuosos tras ser nominada al Oscar a Mejor Actriz y ser 'cancelada' debido a la difusión de comentarios en X (anteriormente conocido como Twitter), que fueron condenados como racistas y xenófobos.

Este período complicado ha sido manejado con la valentía característica de Karla Sofía, quien ha demostrado una notable resiliencia a lo largo de su carrera repleta de desafíos, que incluyen pérdidas dolorosas y el rechazo social. Su propia historia está ahora al alcance del público en su nuevo libro, 'Lo que queda de mí', disponible desde el 21 de marzo en las librerías, donde revela su lucha para convertirse en la mujer que realmente desea ser.

Para celebrar este lanzamiento, Karla Sofía volverá como invitada a 'El Hormiguero', el popular programa de Pablo Motos. Esta será la segunda aparición de la actriz en el programa, donde previamente tuvo un tenso intercambio con el presentador.

Pese a que sus últimas polémicas han captado la atención, su vida personal está llena de matices que no son tan conocidos. Aquí te contamos sobre su transición, las amenazas de muerte que ha enfrentado, y su relación con su esposa e hija.

Una valiente transición y el precio de ser auténtica

Antes de dar el paso hacia su transición, Karla Sofía Gascón tenía una carrera estable en el mundo de las telenovelas, habiendo trabajado en producciones en España y México. Durante su estancia en México, se hizo un nombre en la industria debido a sus papeles en exitosas series como 'Corazón Salvaje', 'Llena de amor' y 'El señor de los cielos'. Sin embargo, el mayor desafío de su vida aún estaba por llegar.

En 2018, realizó la valiente declaración de que era una mujer, utilizando la presentación de su libro autobiográfico, 'Karsia. Una historia extraordinaria', para compartir su experiencia y las luchas personales que había enfrentado, incluyendo pensamientos suicidas y la búsqueda de su identidad. Karla compartió que desde los cuatro años se sentía mujer, pero las circunstancias de su infancia en una España aún marcada por la dictadura de Franco dificultaron su salida del armario.

La decisión de vivir abiertamente como mujer fue, según comenta, influenciada principalmente por el apoyo de su familia. A pesar de que anticipaba el impacto que esto tendría en su vida profesional, se mostró decidida a no mirar atrás y seguir adelante con su transición, incluso cuando no sabía cómo sería su futuro en la actuación.

Lamentablemente, su decisión no estuvo exenta de riesgos, y durante su transición, Karla ha recibido amenazas de muerte en México. En una entrevista, confesó el horror de ser amenazada con violencia extrema, pero añadió que su misión es transformar estas dificultades en oportunidades de cambio social.

Momentos oscuros y el renacer del amor

La vida de Karla no ha estado ausente de momentos oscuros. En numerosas entrevistas, ha admitido que su salud mental se vio gravemente afectada en el pasado, y que la idea de suicidarse cruzó su mente. Fue precisamente este periodo complicado el que inspiró su primer libro: "'Karsia' es una especie de biografía encubierta. Es la historia de alguien que cerca de perderlo todo, encuentra su camino de regreso", explicó en un pódcast.

Fue su mujer, Marisa Gutiérrez, el pilar fundamental que la ayudó a encontrar luz en medio de la oscuridad. Marisa ha sido su compañera durante casi 39 años y ha jugado un papel crucial en su renacimiento. "Si no fuera por ella, no estaría aquí", declaró Karla, dejando claro que su amor ha sido el soporte constante en las tempestades de su vida.

Una familia basada en el amor y la libertad

Karla y Marisa son madres de una hija, Elisa Victoria, a quien han educado en un entorno libre de etiquetas de género. "La tratamos simplemente como una persona, sin prejuicios", comentó Karla en entrevistas, destacando su deseo de que Elisa crezca con una mentalidad abierta.

Las dos mujeres traen enfoques diferentes a la crianza de su hija: mientras que Marisa es más organizada y pragmática, Karla se describe como más creativa y menos estructurada. A pesar de sus diferencias, han encontrado un equilibrio en su paternidad, que resalta la riqueza de su relación y su compromiso mutuo como familia.

A medida que Karla Sofía Gascón continúa su camino en el mundo del entretenimiento, su historia sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de la autenticidad, el amor y la valentía frente a la adversidad.