La soberbia, considerada uno de los siete pecados capitales, ha sido objeto de análisis y reflexión a lo largo de la historia. En la tradición cristiana, se dice que esta actitud transformó a Lucifer en Satanás. Aunque en la actualidad la sociedad percibe la soberbia de forma menos severa, sigue siendo un rasgo no deseable que puede tener un impacto significativo en las relaciones interpersonales.

La Real Academia Española define la soberbia como "altivez" y "apetito desordenado de ser preferido a otros"; una descripción que invita a la reflexión sobre la naturaleza humana. Las personas soberbias tienden a verse como superiores y a menospreciar a quienes les rodean, lo que les lleva a tener una visión distorsionada de sí mismos.

El psiquiatra Enrique Rojas, conocido por su enfoque en la psicología y la salud mental, describe la soberbia como "una ceguera psicológica". En su perfil de Instagram, comparte que quienes padecen esta condición suelen estar tan concentrados en su propio éxito que no pueden reconocer sus defectos o recibir críticas constructivas. Esto afecta su habilidad para mantener relaciones interpersonales saludables, pues la soberbia crea una barrera entre ellos y quienes les rodean.

Las 4 características del soberbio

Rojas señala cuatro signos distintivos de personas soberbias. En primer lugar, mencionamos el aire de autosuficiencia. Estas personas suelen tener una actitud de independencia que les lleva a creer que no necesitan a otros, lo que puede resultar en comportamientos altaneros y presumidos.

La segunda característica es la "susceptibilidad casi enfermiza". Esto se traduce en la incapacidad para pasar desapercibido y una constante necesidad de hablar de ellos mismos. Suelen mostrar desprecio por aquellos que sobresalen, sintiéndose amenazados por sus éxitos.

El tercer rasgo señalado es la dificultad para establecer relaciones amorosas profundas. Según Rojas, cuando alguien tiene un amor desmedido por sí mismo, es complicado que pueda enfocarse emocionalmente en otra persona, ya que busca constantemente el reconocimiento de sus logros y cualidades.

Por último, las personas soberbias a menudo carecen de una percepción clara de sus limitaciones. Esta falta de autoconciencia puede llevar a consecuencias negativas, no sólo en sus relaciones sociales, sino también en su ámbito profesional. Pueden verse enfrentadas a obstáculos en el trabajo debido a su incapacidad para colaborar y aceptar ayuda.

Los peligros de la soberbia

La psicóloga Atara Wertentheil también advierte sobre los riesgos asociados con la soberbia. A menudo es confundida con la confianza, lo que dificulta identificar pensamientos o conductas arrogantes. La confianza implica un conocimiento equilibrado de habilidades y la capacidad de reconocer que se necesitará apoyo en ciertas situaciones. La soberbia, en cambio, puede enmascararse tras una falsa sensación de superioridad.

Por lo tanto, reconocer estas características puede ser un primer paso hacia la mejora personal y la salud emocional. La humildad y la autoconciencia son clave para construir relaciones más significativas y satisfactorias en todos los aspectos de la vida.