Una tempestad en el comercio internacional

El daño ya está hecho. Las palabras lo dicen claro en un evento organizado por el Consejo General de Economistas y el Club de Exportadores. La brutal ofensiva arancelaria de Trump ha sacudido las bases del comercio mundial y también nos afecta a nosotros, los españoles. Estados Unidos, enfrentando una inestabilidad sin precedentes que ha generado movimientos en sus mercados bursátiles que no veíamos desde hace años, ahora se encuentra en un dilema: el dólar tambalea, y se debate su futuro como moneda de referencia.

Decisiones cruciales para las empresas españolas

La presión sobre las empresas españolas que operan en EE. UU. aumenta. De acuerdo con los expertos, se ven obligadas a tomar decisiones estratégicas urgentes. No solo por el incremento de los precios de exportación, producto de los aranceles, sino también por los recortes en el gasto público federal, que impactarán severamente las expectativas de las empresas que dependen de estos programas.

¿Diversificación o estancamiento?

El futuro parece ofrecer dos caminos posibles. La opción conservadora sugiere fortalecer la presencia en mercados ya conocidos, mientras que una estrategia más audaz invita a abrir nuevos horizontes. ¿Cuál será la elección de las empresas españolas ante este panorama incierto?

Adaptación en tiempos difíciles

Las empresas han hecho lo que han podido para adaptarse. Desde el Club de Exportadores, se reciente que, dentro de lo posible, se han adelantado envíos a EE. UU. para evitar las pesadas cargas arancelarias. Aunque, como señala De la Herrán, la incertidumbre ha llevado a una parálisis en los pedidos desde el país norteamericano.

El desafío de las pymes

Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores, es contundente: la adaptación a este nuevo orden global será un verdadero reto. Las grandes empresas tienen más recursos para diversificar sus inversiones, pero las pymes enfrentan un camino complicado. Abrirse a un nuevo mercado implica costos significativos: asistir a ferias, adaptar productos y establecer una presencia física.

Ayudas gubernamentales en el horizonte

El sector exportador espera que el Gobierno tenga en cuenta estas realidades al diseñar sus paquetes de ayuda frente al impacto de los aranceles. Bonet aplaude el primer paquete de ayuda, pero advierte que muchas medidas aún están en el aire. El verdadero desafío radica en resolver problemas estructurales serios: el hecho de que solo un millar de empresas generen dos tercios de las exportaciones de bienes y que el porcentaje de ventas tecnológicas al exterior sea la mitad que el promedio de la UE.

La cuenta atrás ha comenzado. Las decisiones que tomen las empresas españolas en los próximos meses marcarán su futuro en el mercado estadounidense y, posiblemente, el de toda la economía española.