
Las Curiosas Normas de la Casa Real: Más Allá de la Tradición
2025-04-13
Autor: Lucia
¿Por qué las Monarquías Tienen Reglas Tan Peculiares?
La existencia de las monarquías, a pesar de su aparente rigidez, está marcada por la necesidad de adaptarse a los tiempos modernos. María José Gómez Verdú, experta en protocolo, nos revela que estas elecciones no son meras excentricidades aristocráticas, sino estrategias conscientes y bien calculadas para comunicar poder y estabilidad.
Las Reglas que Rigen la Vida Real
Es conocido que los miembros de la familia real deben seguir estrictos códigos de comportamiento, pero ¿qué hay de las curiosidades menos conocidas? Por ejemplo, la prohibición de jugar al Monopoly en la Casa Real británica o la restricción de las redes sociales para figuras como la reina Letizia y las princesas Sofía y Leonor. Verdú explica que tal confusión busca evitar que lo personal opaque lo institucional.
La Estética de la Monarquía
Los reyes de España evitan firmar autógrafos o tomarse selfies, ya que estas prácticas pueden vulnerar la imagen de distancia y reverencia que la Corona busca proyectar. En público, las muestras de afecto son limitadas, lo que asegura una imagen sobria.
Modas con Moderación
El vestuario de la familia real tiene sus propias reglas: deben evitar ropa con logotipos visibles y vestir de forma clásica y atemporal. Esta norma se establece para desvincular a la monarquía de intereses comerciales.
Un Protocolo Siempre Vigente
El respeto al protocolo no implica falta de libertad; al contrario, es una herramienta que refuerza la relevancia y el simbolismo de la monarquía en un mundo cada vez más inmediato. La expertas asegura que, a través del cumplimiento de estas normas, la realeza logra mantenerse intocable.
Un Nuevo Enfoque en la Modernidad
Sin embargo, Felipe y Letizia han mostrado inclinaciones a desafiar algunas de estas normativas, como al tomarse selfies con ciudadanos. Este intento por humanizar la realeza refleja su deseo de modernizar la institución y acercarla al pueblo.
En resumen, aunque el protocolo puede parecer restrictivo, en realidad, es el arte de mantener la imagen simbólica de un sistema que ha perdurado a lo largo del tiempo. La tensión entre lo humano y lo simbólico es lo que da vida a esta fascinante danza de reglas que guía a la monarquía.