Mundo

Las elecciones municipales en Brasil generan divisiones en el bolsonarismo

2024-10-07

Autor: María

El bolsonarismo, hasta ahora una fuerza casi monolítica en la política brasileña, comienza a mostrar fisuras significativas. Sin llegar a romperse del todo, esta corriente política que giró en torno a Jair Bolsonaro se encuentra en una encrucijada tras los recientes resultados de las elecciones municipales. El 27 de octubre se llevará a cabo la segunda vuelta de estas elecciones, pero independientemente del resultado, es evidente que la extrema derecha brasileña está experimentando una crisis de unidad.

Una figura que ha emergido como el nuevo outsider es el coach evangélico Pablo Marçal, quien ha impactado la campaña en São Paulo con su partido, el Partido Renovador Trabalhista Brasileiro (PRTB), a pesar de ser considerado irrelevante y carente de recursos. Marçal se está presentando como un representante de la clase trabajadora de la economía informal, a quienes les ofrece sueños de emprendimiento. Su manera de desafiar a Bolsonaro ha comenzado a resonar entre quienes anhelan un cambio, debilitando la imagen de líder mesiánico que el expresidente ha cultivado durante años.

Aunque Marçal no logró llegar a la segunda vuelta, su sorprendente resultado del más del 28% de los votos refleja un camino potencial para la renovación de la extrema derecha en Brasil. Esto es un indicativo de cómo los votantes más radicales han comenzado a ver los acuerdos de la familia Bolsonaro con partidos tradicionales como un signo de 'vieja política'. El apoyo de Bolsonaro al candidato Ricardo Nunes, en lugar de promover al candidato del Partido Liberal (PL), fue visto como un error estratégico que perdió la esencia antisistema del bolsonarismo.

Por otro lado, la imagen de Jair Bolsonaro está sufriendo un deterioro notable. En São Paulo, donde el 63% de los votantes rechazaron cualquier candidatura asociada a él, se notó que la campaña de Nunes trató de ocultar su conexión con el expresidente. En este contexto, Tarcísio de Freitas, gobernador del estado de São Paulo, tuvo que salir al rescate con su imagen de moderación.

El ascenso de Marçal hizo que varias figuras prominentes del bolsonarismo, incluidos Ricardo Salles, exministro de Medio Ambiente, y el popular diputado Níkolas Ferreira, se distanciaran de Bolsonaro y ofrecieran su apoyo al nuevo candidato. Incluso el publicista de Bolsonaro, Sérgio Lima, reconoció que el auge de Marçal se debió a su habilidad para conectar con los algoritmos de las redes sociales, lo que le permitió presentar temas polémicos al público.

Un cambio social visible durante la campaña es la tendencia hacia nuevas narrativas y liderazgos que representan un enfoque menos tradicional y más provocador. Marçal se ha convertido en un símbolo de este deseo de cambio, a menudo utilizando tácticas cuestionables, como acusaciones infundadas contra oponentes. Su comportamiento audaz le ha puesto en la mira de las autoridades judiciales, quienes lo observan de cerca, pero parece que su estrategia está diseñada para impulsarlo hacia una candidatura presidencial en 2026.

La llegada de un nuevo centrismo político también ha logrado captar la atención en esta elección. Partidos como el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el Partido Social Democrático (PSD), Unión Brasil, y el Partido Progresista (PP) han conseguido victorias significativas en varias capitales. En ciudades como Salvador de Bahía y Florianópolis, estos partidos han consolidado su poder, mostrando que el electorado está buscando alternativas al luchador populista que encarna Bolsonaro.

En Río de Janeiro, el actual alcalde Eduardo Paes, del PSD, demostró que la estrategia de distanciarse del PT y Bolsonaro funcionó, obteniendo el 60.47% de los votos. La significativa derrota de Alexandre Ramagem del PL subraya que incluso en bastiones bolsonaristas, su influencia está disminuyendo.

Así, mientras la derecha en Brasil busca reorganizarse, el Partido de los Trabajadores (PT) trata de encontrar sus pasos y recuperarse en un paisaje político completamente transformado, buscando alianzas a favor de su agenda. Sin duda, las elecciones municipales de 2024 serán un reflejo de las tensiones políticas que continúan moldeando la nación.