¡Las personas sordas exigen ser escuchadas! El alarmante desajuste entre tecnología y sociedad
2024-11-17
Autor: Lucia
Araceli Luque, de 79 años, requiere de cuatro alarmas en su móvil y dos despertadores analógicos para despertarse, ya que no puede oírlos. Comenzó a experimentar problemas auditivos a los 30 años y ha pasado por dos operaciones de otosclerosis, una afección que ha comprometido su audición. Con una reciente resonancia, descubrieron un tumor benigno que ha contribuido a su sordera severa y a la que naturalmente provoca la edad. Sin embargo, Araceli es un ejemplo claro de cómo la tecnología ha evolucionado para ayudar a quienes enfrentan desafíos auditivos. Sus audífonos, que tienen conectividad bluetooth, le permiten disfrutar de la televisión y su móvil de manera más conectada que nunca.
En el ámbito del transporte, los avances son notables. Renfe ha implementado un sistema de información visual para personas sordas en varias estaciones, facilitando así su movilidad. Este sistema, que incluye luces y una aplicación móvil llamada Visualfy, permite a los viajeros recibir alertas importantes sin necesidad de depender del sonido.
Los espacios de entretenimiento también están evolucionando. Los teatros han empezado a usar bucles magnéticos que facilitan la audición a las personas con audífonos e implantes cocleares, lo que enriquece su experiencia cultural. Desde el 30 de septiembre pasado, RTVE lanzó un servicio de radio para personas sordas, RNE para todos, disponible mediante TDT y RTVE Play, ampliando la accesibilidad informativa.
Belén Borroy, más joven que Araceli, nació con sordera bilateral profunda. Desde pequeña, ha tenido que enfrentar retos significativos; sin embargo, la intervención temprana a través de implantes cocleares y el apoyo logopédico ha sido crucial para su desarrollo comunicativo. A medida que creció, se adaptó al sistema educativo regular, utilizando tecnología como equipos de FM para mejorar la calidad de sus clases. Ahora, como graduada en magisterio, Belén considera fundamental que los docentes estén capacitados para reconocer y atender las necesidades auditivas de sus alumnos.
Las cifras son reveladoras: más de 1,2 millones de personas en España padecen algún tipo de discapacidad auditiva, y cada año nacen alrededor de 2,000 bebés con diversas formas de pérdida auditiva. Carmen Jaúdenes, directora de FIAPAS, enfatiza que, a pesar del progreso tecnológico en el ámbito de la audición, la conciencia social ha quedado rezagada. El 63,1% de las dificultades que enfrentan las personas en España es atribuible a problemas auditivos, lo que pone de relieve la urgencia de una acción social coordinada.
Sin embargo, el precio de la audición sigue siendo un obstáculo. Un audífono de calidad puede costar cerca de 4,000 euros, lo que representa una carga considerable para muchas familias, especialmente para las personas mayores. Los implantes cocleares, por su parte, tienen un costo aproximado de 9,000 euros, con escasa cobertura por parte de la Seguridad Social.
Araceli y Belén coinciden en que la sociedad necesita desarrollar más empatía y comprensión hacia las personas con problemas auditivos, permitiendo que tengan tiempo para adaptarse y comunicarse en su día a día. Asimismo, exigen que se implementen más entornos accesibles y adaptados que incluyan sistemas de amplificación de sonido y espacios amigables, sobre todo en situaciones de emergencia, donde cada minuto cuenta.
¡No más silencios! La lucha por la visibilidad y el entendimiento de las necesidades auditivas sigue siendo una misión inacabada en nuestra sociedad!