Cuidar nuestra salud es esencial, tanto a nivel físico como mental. En un mundo agitado, los efectos del estrés diario pueden provocar dolor, agotamiento y ansiedad, afectando nuestra calidad de vida. Mientras el cuerpo necesita estar en armonía, ¡no olvidemos que la mente también merece atención especial!

Una de las voces más influyentes en el ámbito de la salud mental es Laura Gámez, una doctora que comparte su sabiduría a través de las redes sociales, abordando temas como la medicina frecuencial y la salud integrativa. En una reciente entrevista, Gámez reflexionó sobre la importante conexión entre la medicación y el bienestar físico y emocional.

Laura relata el asombroso testimonio de una paciente que, después de 20 años bajo tratamiento médico, decidió dejar la medicación. Sin el fármaco, comenzó a renacer. 'Me has devuelto la vida', dijo la paciente emocionada. Pero Laura aclara: "No fui yo, fuiste tú quien sintonizó con tu propia capacidad de sanación. Cuando entiendes que puedes cambiar la percepción de tu realidad, tu cuerpo y mente responden de manera increíble."

Gámez enfatiza: "Somos creadores de nuestra realidad. La medicina mente-cuerpo está intrínsecamente ligada, no hay forma de separarlas. Todo lo que observo en mis pacientes confirma la magnitud de esta conexión entre mente, cuerpo, materia y energía. Este es el verdadero cambio que puedes experimentar en tu vida".

Escuchar al Corazón: El Secreto de las Decisiones Humanas

El doctor Mario Alonso Puig también resalta el papel fundamental del corazón en nuestras elecciones. "¿Sabías que el corazón tiene 40,000 neuronas?" afirma. Este fascinante dato demuestra que el corazón no solo bombea sangre; tiene su propio sistema nervioso que se comunica con el cerebro.

Además, la neurocardiología ha descubierto que las emociones que habitamos en nuestro corazón impactan nuestras respuestas físicas y mentales. "Cuando estamos en paz y conectados con nuestro corazón, todo nuestro ser se alinea positivamente". Por esta razón, Laura Gámez insiste en la necesidad de prestar atención tanto a nuestros pensamientos como a nuestras emociones.