La temporada navideña se ha inaugurado a lo grande en Vigo, con un primer llenazo oficial que ha dejado a todos boquiabiertos. Las espectaculares luces y atracciones navideñas ya estaban en pleno funcionamiento, complementadas por el tan esperado Black Friday: un día que transforma las calles en un torbellino de descuentos irresistibles y compradores ansiosos.

Este cóctel perfecto atrajo a una multitud de turistas, especialmente de Portugal y otras regiones de Galicia y España, que inundaron el centro de la ciudad. No solo los vigueses disfrutaron de las luces y las ofertas; también hacían fila para obtener esas gangas que, en épocas normales, les costarían un ojo de la cara.

A pesar del flujo masivo de gente, Vigo sorprendió al evitar el colapso de tráfico que algunos habían temido. Los accesos a la autopista se mantuvieron fluidos y áreas críticas como Vialia no experimentaron las aglomeraciones de otros años. Este primer gran test de tráfico para la temporada festiva se superó con éxito.

Los restaurantes también se vibraron con la actividad. Encontrar mesa en el centro de Vigo se convirtió en una tarea casi titánica por la alta demanda. Según Rubén Pérez, presidente de la asociación de hosteleros de la zona, el volumen de reservas fue excepcional, ya que muchas empresas organizaron sus cenas para este fin de semana: "Los pocos espacios disponibles se ocupan al instante", aseguró.

La ocupación hotelera también alcanzó niveles impresionantes, alrededor del 90%, y se espera que esta cifra se dispare al 100% durante el próximo puente de diciembre. El alcalde, Abel Caballero, señaló con orgullo que Vigo es un referente en celebraciones navideñas, superando a ciudades como Madrid y Barcelona.

El comercio local recibió un empujón vital durante el Black Friday, cuando las tiendas ofrecieron los descuentos más atractivos del año. Desde las primeras horas de la tarde, las calles principales como Príncipe y las grandes superficies estaban abarrotadas. Carolina y Yago, una pareja de Sanxenxo, estaban en la ciudad con lo que ellos llaman una "misión triple": disfrutar de las luces, comprar regalos para Navidad y, por supuesto, aprovechar las ofertas. "Con los precios que hay, es imposible resistirse", admitió Carolina.

Además, la afluencia de turistas portugueses fue notable, ya que el día festivo en su país ofrecía la oportunidad ideal para cruzar la frontera y descubrir las maravillas navideñas de Vigo. Patricia y Marco, una pareja de Braga, llegaron en un autobús turístico que incluía un guía para mostrarles lo mejor de la ciudad.

Laura Lago, empleada de una popular tienda de moda femenina, se mostró claramente emocionada por la gran cantidad de clientes. "Muchos vienen atraídos por el espectáculo de luces, pero sorprendentemente, también compran mucho", expresó. Aunque muchas tiendas ya habían lanzado descuentos una semana antes, la mayoría de los compradores decidieron esperar al propio Black Friday para disfrutar de las mejores ofertas.

La cámara del comercio local también se unió al frenesí de descuentos. Roberto Giráldez, presidente de la federación Vigo Comercio, comentó que la facturación de ayer se incrementó en un asombroso 70% en comparación al año anterior. Las familias y los turistas no solo compraron regalos, sino que también aprovecharon las gangas para llenar sus despensas para las celebraciones.

Entre tanto movimiento festivo, los planes en la ciudad no se limitaron a las compras. La inauguración de la exhibición de belenes en Afundación y el inicio del mercado de arte MONA, que se lleva a cabo en el Paseo de Alfonso, también atrajeron a grandes multitudes.

Con este espectacular inicio de temporada, Vigo se posiciona como el destino ideal para las compras y las celebraciones navideñas. ¡No te lo pierdas, la locura apenas comienza!