El clima político en Alemania se ha vuelto tenso, y el bloque que sostiene al canciller Olaf Scholz comienza a mostrar fisuras. Las encuestas revelan un panorama desalentador para los socialdemócratas (SPD), que se encuentran por detrás de la oposición democristiana y de la ultraderecha, lo que ha avivado el debate sobre la idoneidad de Scholz como candidato para las elecciones generales que se celebrarán el 23 de febrero.

La pregunta en boca de muchos es: ¿Debería el SPD optar por Olaf Scholz o considerar a Boris Pistorius, el actual ministro de Defensa? Según un reciente sondeo de la firma Forsa, el 66% de los alemanes considera a Pistorius como el candidato más fuerte para liderar al partido en las próximas elecciones, mientras que solo el 18% se inclina por Scholz. Esta situación ha generado un creciente descontento dentro del SPD, donde algunos miembros comienzan a cuestionar la estrategia y la figura de su líder.

Aunque Scholz ha insistido en su voluntad de presentarse nuevamente, aún no ha sido oficialmente confirmado como candidato. Para que esto ocurra, sus compañeros deben convencerlo de que dé un paso atrás, una situación que recuerda a lo ocurrido en el Partido Demócrata estadounidense el verano pasado, cuando Kamala Harris emergió como candidata tras un desastroso debate de Joe Biden.

Este lunes está programada una reunión de la Ejecutiva del SPD, donde muchos anticipan que podrían abordar el complicado tema de la candidatura. El apoyo a Scholz sigue siendo evidente por parte de líderes del partido, como Saskia Esken y Lars Klingbeil, quienes han manifestado su lealtad. Sin embargo, la preocupación entre las bases crece, y el presidente del grupo parlamentario del SPD ha reconocido un “malestar” en torno a la figura del canciller.

Los problemas económicos que llevaron a la ruptura de la coalición con los liberales han dificultado aún más el apoyo a Scholz. Con las elecciones anticipadas a la vista y una posible caída a una posición humillante en las urnas, el SPD podría ver reducidos sus votos a alrededor del 15%. La CDU, bajo el liderazgo de Friedrich Merz, se perfila como la favorita para retomar el poder, tras años de mandato de Angela Merkel.

Cuestionamientos internos también surgen con fuerza. Algunos miembros del SPD reconocen que la falta de un candidato sólido es alarmante, y el politólogo Wolfgang Schröder argumenta que tanto Scholz como Merz carecen de carisma y conexiones con la ciudadanía. Esto podría indicar que el futuro del SPD necesita una renovación más profunda que una simple elección de candidato.

Boris Pistorius ha mantenido su lealtad a Scholz, pero su popularidad creciente podría forzarlo a considerar su propia candidatura. A medida que los días se acercan a las elecciones, el tiempo se acaba para que el SPD decida su rumbo, y muchos en el partido se preguntan si es el momento de un cambio radical. La incertidumbre impera, pero lo que es seguro es que el próximo mes de febrero será crucial para el SPD y el futuro de la política alemana.