La reciente ofensiva de las fuerzas opositoras sirias ha marcado un cambio dramático en el conflicto que ha asolado al país durante más de una década. Tras años de enfrentamientos relativamente estables, la guerra civil siria ha entrado en una fase más intensa y peligrosa.

¿Qué ha sucedido recientemente?

El 27 de noviembre, Hayat Tahrir al Sham (HTS), una facción islamista, lanzó un ataque sorpresa contra las tropas del presidente Bashar al Asad. En un giro impactante, los rebeldes proturcos se apoderaron de Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, además de tomar varios pueblos cercanos. Su próximo objetivo es la ciudad de Hama, donde se han reportado refuerzos del ejército gubernamental.

Nanar Havach, analista del International Crisis Group, advierte sobre una inminente contraofensiva, sugiriendo que las próximas semanas serán cruciales para el futuro de la guerra. Hama, un lugar estratégico, ha sido testigo de cambios dramáticos en las dinámicas del conflicto en el pasado, lo que hace aún más relevante este desarrollo.

Desde que comenzó la resistencia popular en 2011, los rebeldes lograron inicialmente avances significativos contra las fuerzas de Asad. Sin embargo, con el apoyo militar de Rusia e Irán desde 2015, el ejército de Asad ha recuperado gran parte del territorio perdido.

¿Quiénes están involucrados en los combates actuales?

HTS, considerado un grupo terrorista por EE. UU., controla la región noroccidental de Idlib, que alberga a unos 4 millones de desplazados internos. A la par, el Ejército Nacional Sirio (SNA), apoyado por Turquía, ha lanzado una ofensiva denominada "Amanecer de la Libertad", que tiene como objetivo las zonas kurdas en el noreste del país. Turquía, que se opone al gobierno de Damasco, ha intensificado sus ataques en la región kurda, señalando que estos grupos son terroristas.

¿Quién apoya al régimen de al Asad y cuáles son sus motivaciones?

Rusia se ha alineado firmemente con al Asad, viendo en esta alianza una oportunidad para solidificar su influencia en el Medio Oriente, incluso durante su conflicto en Ucrania. El Kremlin ha declarado su intención de continuar el apoyo militar al régimen sirio, vinculando este respaldo con sus intereses geopolíticos más amplios.

Por su parte, Irán también respalda a Asad como parte del llamado "Eje de la Resistencia", que incluye a Hezbolá en Líbano y milicias en Yemen. Recientemente, informes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos revelaron que aproximadamente 200 combatientes iraquíes llegaron a Siria bajo mando iraní para apoyar las operaciones del ejército sirio.

Conclusión

Las proyecciones sugieren que la escalada de la violencia tendrá efectos devastadores sobre la población civil, que ya ha sufrido enormemente por más de diez años de conflicto. Nanar Havach concluye, lamentablemente, que los civiles probablemente serán los más afectados por los enfrentamientos en curso.

La situación en Siria sigue siendo incierta y muestra signos de una intensificación que podría cambiar radicalmente el panorama geopolítico de la región. Con rivales y aliados luchando por la supremacía, el futuro de Siria permanece en un delicado equilibrio.