Luis García Plaza, el ya exentrenador del Deportivo Alavés, no pudo contener las lágrimas durante su despedida del club vitoriano, calificando su cese como "una decisión injusta", aunque mostró respeto hacia la misma y se comprometió a no criticar al club.

En una conmovedora rueda de prensa, el técnico expresó que no solo pierde un trabajo; siente que se lleva consigo una parte de su vida. "Es un día difícil y triste", comentó entre sollozos, interrumpiendo su discurso en varias ocasiones.

García Plaza se marchó con la conciencia tranquila, asegurando que ha logrado los objetivos marcados por el club y que, bajo su dirección, el equipo nunca ha estado en posiciones de descenso. "He dado oportunidades a la cantera y hemos revalorizado a muchos jugadores", añadió con orgullo.

No se olvidó de la afición alavesista, a la que agradeció profundamente su apoyo. "Desde el primer día me encontré con una afición entregada y tengo la sensación de que he sido muy querido", reflexionó, reafirmando su aprecio hacia los seguidores del equipo.

Durante su periodo en el banquillo, García Plaza dirigió un total de 108 partidos y dejó claro que se va con la esperanza de haber dejado un legado significativo. "He interiorizado los valores del club y espero que eso permanezca", comentó, enfatizando la importancia de la filosofía y cultura del Deportivo Alavés.

García Plaza también mostró confianza en la actual plantilla, asegurando que cuenta con jugadores de gran valía y que los objetivos del club se alcanzarán. "Es un equipo muy honrado y ha sido un placer trabajar con ellos", concluyó antes de desear suerte a su sucesor, el argentino Eduardo Coudet.

"Me voy siendo un alavesista más, que lo tengan claro", declaró García Plaza, con el corazón todavía ligado al club que tanto ama.

La rueda de prensa estuvo acompañada por el presidente del Alavés, Alfonso Fernández de Troconiz, quien explicó que el cambio de entrenador se busca para revitalizar al equipo, que ha estado en una mala racha de resultados. Fernández de Troconiz agradeció la dedicación de García Plaza, subrayando que la decisión no fue fácil de tomar, pero necesaria para el futuro del club.

Ahora, con la llegada de Coudet, se abre un nuevo capítulo en la historia del Alavés, y la afición espera con ansias poder revertir la situación y seguir disfrutando del espectáculo del fútbol.