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¡Lula da Silva da un golpe en la mesa en la cumbre del G20 y llama a una acción mundial contra el hambre!

2024-11-18

Autor: Carlos

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este lunes la cumbre del G20 en Río de Janeiro, convirtiendo la lucha contra el hambre y la pobreza en el eje central de este importante foro internacional. Esta reunión se produce en un contexto global marcado por tensiones debido a los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, lo que ha complicado aún más las dinámicas de cooperación entre las naciones.

Durante su intervención, Lula presentó la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, su legado principal en la presidencia brasileña del G20. Hizo un llamado a los líderes mundiales para adoptar medidas concretas frente a las crecientes desigualdades sociales y económicas que afectan a millones.

"¡El tiempo para alcanzar las metas del desarrollo sustentable se nos agota!", exclamó Lula al abrir la cumbre, destacando que a pesar de que el mundo produce aproximadamente 6.000 millones de toneladas de alimentos al año, un escandaloso total de 733 millones de personas aún padecen desnutrición. Esta cifra supera incluso la población combinada de Brasil, México, Alemania, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá.

"Esto es inaceptable en un mundo con recursos suficientes para alimentar a todos", subrayó, enfatizando que el hambre no es fruto de escasez, sino de decisiones políticas que perpetúan la exclusión social. En su discurso, criticó el gasto militar global de 2,4 billones de dólares anuales, tachándolo como un uso irracional de recursos que podrían estar destinados a mejorar la calidad de vida de las personas necesitadas.

Lula reafirmó que el G20, que representa el 85% del PIB global y el 75% del comercio mundo, tiene la responsabilidad de liderar la batalla contra las desigualdades. "Compete a nosotros terminar con esta vergüenza que afecta a la humanidad", instó, destacando que su Alianza Global cuenta con el respaldo de 81 países, 28 organizaciones internacionales, 9 instituciones financieras y 31 fundaciones filantrópicas, un apoyo sin precedentes para una causa tan crucial.

Sin embargo, la búsqueda de un consenso universal no está exenta de dificultades. Expertos y diplomáticos presentes en la cumbre han señalado que las tensiones globales han complicado la posibilidad de alcanzar una declaración conjunta significativa. Países como Argentina han levantado objeciones ante propuestas clave, incluyendo un impuesto global a los multimillonarios y la promoción de la igualdad de género. A pesar de esto, el presidente argentino, Javier Milei, tomó la decisión de suscribirse al documento final.

El principal negociador brasileño en el G20, el embajador Mauricio Lyrio, reveló que el enfoque fundamental de la cumbre es lanzar acciones concretas, como la alianza contra el hambre, todo mientras se continúa trabajando en un lenguaje aceptable para la declaración final.

A medida que las tensiones por los conflictos en Ucrania y Medio Oriente persisten, Lula defendió su decisión de no concentrar la agenda de la cumbre únicamente en guerras. "Me he propuesto no traer la guerra al G20 para que podamos discutir otros asuntos vitales para los pueblos que no están en conflicto, los invisibles del mundo", explicó en una reciente entrevista. Sin embargo, enfatizó la necesidad de paz en todos los frentes, recordando que el mundo enfrenta más conflictos armados simultáneamente que en cualquier otro momento desde 1945.

La cumbre fue testigo de la participación de líderes cruciales como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de India, Narendra Modi, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, se ausentó debido a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional.

El clima internacional se torna aún más complicado ante la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., generando incertidumbre respecto al futuro del multilateralismo. "Es claro el escepticismo de Trump hacia los acuerdos internacionales", señaló la profesora Cristiane Lucena Carneiro de la Universidad de São Paulo.

Lula ha tratado de equilibrar su rol como mediador en un mundo multipolar, aunque sus iniciativas, como un plan de paz con China para Ucrania, han generado controversia. Además, recientes comparaciones de las acciones de Israel en Gaza con el Holocausto han elevado tensiones diplomáticas.

El presidente brasileño describió a Río de Janeiro, sede de la cumbre, como un microcosmos de las contradicciones del mundo: una ciudad vibrante y diversa, pero marcada por desigualdad e injusticias sociales. Esta dualidad refleja no solo la situación en Brasil, sino también la alarmante realidad de América Latina y el mundo.

Lula recordó los logros de sus anteriores mandatos (2003-2010), donde iniciativas como el Programa Nacional de Alimentación Escolar ayudaron a sacar a Brasil del Mapa del Hambre en 2014. Sin embargo, lamentó que el país volvió a figurar en esa lista en 2022 debido a la desmantelación de programas sociales.

Desde su regreso al poder en 2023, Lula afirmó que 24 millones de brasileños han salido de la extrema pobreza en el último año gracias a nuevas políticas sociales. Reiteró su compromiso de continuar estas iniciativas hasta 2026, buscando garantizar una redistribución justa de los recursos y la erradicación del hambre en el país.

Al concluir su intervención, Lula enfatizó que la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, aunque concebida en el marco del G20, tiene un objetivo de impacto global. "Que esta cumbre sea recordada por el coraje de actuar", finalizó, afirmando la intención de Brasil de liderar un movimiento hacia un desarrollo más justo, sostenible e inclusivo.