¿Quién podría haber imaginado que el Espanyol, a estas alturas de la temporada, ocuparía el 12ª puesto en la tabla y mostraría un rendimiento admirable? Todo gracias al esfuerzo de un equipo limitado pero lleno de coraje y a la visión de un entrenador que conoce tanto sus fortalezas como sus limitaciones. La reciente victoria agónica contra el Mallorca ha logrado que los pericos se aventajaran con cuatro puntos sobre la zona de descenso, un triunfo que ha servido para que Manolo González se sienta orgulloso, especialmente tras recibir críticas injustificadas sobre el nivel futbolístico del equipo.

Después de tres derrotas consecutivas que pusieron al Espanyol al borde del abismo, las dudas comenzaron a surgir en la ciudad sobre el rumbo del proyecto. Sin embargo, González se muestra firme ante aquellas críticas y no comprende cómo se cuestiona la experiencia y profesionalismo de su plantilla.

"He escuchado comentarios como que esto no es Primera ni Segunda RFEF; que no estamos jugando bien... ¡Por Dios! Si analizas el partido contra el Betis, el equipo tuvo posesión y juego en la primera parte, aunque no concretó. Eso es lo que incomoda, porque siempre son los mismos tópicos. Como vengo de abajo, parece que tengo que aceptar que esto no es Primera RFEF ni Segunda RFEF", declara con determinación.

Y continúa: "Sé que no estamos en esas ligas, pero es fundamental analizar con objetividad. Debemos reconocer a quién nos enfrentamos y el nivel de la liga en la que competimos. Afortunadamente, ni los jugadores ni nadie ha sentido la presión, pero a veces la gente hace comentarios como que venimos de otras divisiones. Ojalá hubiera sido millonario y no tuviera que enfrentarme a esto; sería más fácil y estaría más tranquilo".

El discurso de este entrenador, que ha forjado su carrera desde las divisiones inferiores, resuena claro mientras defiende a su Espanyol en la élite del fútbol español. Su llegada al equipo la temporada pasada desencadenó dudas, pero logró llevar al equipo a la máxima categoría. Pese a todo, el club decidió darle una segunda oportunidad, la cual está aprovechando al máximo, manteniendo al equipo en una posición relativamente cómoda si consideramos las dificultades del camino.

Es importante recordar que Manolo González es un ejemplo del ascenso desde los niveles más bajos hasta lo más alto del fútbol. Comenzó su carrera como entrenador a los 16 años en las categorías infantiles, y su amor por el fútbol lo hizo pivotar hacia los banquillos después de una lesión que le alejó del campo. A lo largo de su trayectoria, ha descubierto talentos como Gerard Moreno y Mariano Díaz, y como primer técnico logró la hazaña de eliminar al Getafe con el Badalona en la copa del rey. ¡Una historia inspiradora que demuestra que la pasión y el trabajo duro pueden llevarte lejos en el mundo del fútbol!