Ciencia

María Leániz, experta en orden: "Deshacerse de las cosas en casa es un reto emocional que va más allá de la organización"

2025-04-07

Autor: Ana

Todos hemos sentido la frustración de abrir un cajón y encontrarnos con objetos que ya hemos olvidado por completo. Estos 'portales del caos' no solo crean un desorden visual, sino que también afectan nuestro bienestar emocional. Según María Leániz, una reconocida experta en organización de espacios, estos espacios desordenados pueden tomar un giro dramático, llegando a convertirse en habitaciones enteras llenas de objetos sin sentido.

"El desorden a menudo resulta de profundas razones psicológicas, como el miedo a la escasez, lo que nos lleva a acumular objetos innecesarios", comenta María en su popular podcast 'En casa con María'. Este fenómeno no solo es una cuestión estética; está relacionado con cómo nuestro cerebro percibe la pérdida emocional. Además, se asocia con lo que el psicólogo Randy Ofrost denomina ansiedad anticipatoria.

La conexión emocional con los objetos es más fuerte de lo que pensamos. Así, muchas personas conservan objetos no por su utilidad, sino por su valor sentimental, lo que a menudo resulta en la acumulación de cachivaches como cables viejos, llaves que no sirven y ropa que jamás volveremos a usar.

El 'sesgo del coste hundido' es otro factor que juega un papel crucial en esta dinámica. Como explica María, "la gente prefiere aferrarse a objetos inútiles en lugar de aceptar la pérdida psicológica que conlleva deshacerse de ellos." Esto puede generar sentimientos de ansiedad y agobio, e incluso conllevar costos de mantenimiento innecesarios.

Los cajones desordenados cuentan una historia

Los cajones desordenados pueden revelar mucho sobre nuestros hábitos y estados emocionales. Si dejamos un objeto en el primer lugar disponible, podría ser una señal de una mente desbordada por decisiones postergadas. Además, el proceso de cuestionar por qué guardamos ciertos objetos puede abrir la puerta a entender mejor nuestras emociones. Por ejemplo, acumular papel puede ser una forma de evadir responsabilidades administrativas, y conservar objetos rotos puede simbolizar un apego doloroso al pasado.

Desde el 'cajón tecnológico' lleno de cables inútiles hasta el 'cajón de papelería' repleto de bolígrafos sin tinta, todos tenemos nuestra propia categoría de caos. María identifica cinco tipos comunes de cajones desordenados:

- **Cajón tecnológico**: cables, cargadores y manuales de dispositivos desaparecidos.

- **Cajón de papelería**: tickets arrugados, bolígrafos sin tinta y papeles que nunca volvimos a usar.

- **Cajón multiuso**: un lugar en el que guardamos de todo pero nunca encontramos nada.

- **Cajón olvidado de la cocina**: utensilios extraños y objetos que ni recordamos haber adquirido.

- **Cajón de ropa interior caótico**: medias desparejadas y ropa desgastada.

Consejos prácticos de María Leániz

Para recuperar el control sobre nuestros cajones, María recomienda seguir un proceso sistemático:

1. **Vaciado total**: Saca todos los objetos y míralos detenidamente.

2. **Clasificación**: Haz tres montones: lo que se queda, lo que va a otro lugar y lo que se va.

3. **Zonificación inteligente**: Crea categorías dentro del cajón.

4. **Separadores y contenedores**: Usa cajas para mantener el orden.

Incorporar el minimalismo en nuestros espacios también puede ser un poderoso aliado. La experticia de María incluye tres técnicas para ayudar a los que luchan por desprenderse de sus cosas: el método de la bolsa de donación, el desafío de los 30 días para deshacerse de una cantidad determinada de objetos, y la regla de los seis meses, que sugiere que si no has usado algo en seis meses, es momento de dejarlo ir.

Considerar la forma en que organizamos nuestros espacios no solo maximiza la funcionalidad, sino que también puede ser un catalizador para un cambio emocional positivo. Una casa ordenada refleja una mente ordenada, y es hora de decir adiós al caos y abrazar la claridad.