El tiempo tiene una forma curiosa de poner las cosas en su lugar y, en el caso de Steve Johnson, su experiencia al enfrentarse a Jannik Sinner por primera vez se ha convertido en una anécdota tanto cómica como reveladora sobre el crecimiento del joven tenista italiano. Este encuentro tuvo lugar en el torneo de Roma cuando Sinner apenas tenía 17 años y Johnson, recibiendo una dura lección, no imaginaba el futuro que le esperaba al chico.

Sinner no era considerado un fenómeno desde sus inicios, su explosión en el circuito fue sorprendente. Nadie esperaba que, a esa joven edad, podría dejar a tenistas experimentados como Johnson desconcertados por su talento. En su primer enfrentamiento, Sinner logró vencer a Johnson con un marcador de 1-6, 6-1, 7-5, en lo que sería su segundo triunfo en la ATP. Johnson, entonces 59 del mundo, recuerda con detalle esa experiencia:

"Todo ocurrió en Roma en 2019. Estaba en buena forma y con buenas sensaciones, pero al enfrentarme a un chico local de 17 años, sentí un poco de nervios. Sin embargo, pensé que tenía que ganar, así que empecé a jugar sin problemas, ganando el primer set con facilidad", recordó Johnson.

Es crucial mencionar que antes de este partido, Sinner ya había tenido dos actuaciones a nivel ATP y acababa de ser finalista en el Challenger de Ostrava. "No sabía nada de él y me convencí de que sería una vergüenza perder. El segundo set empezó mal para mí; cometí errores que me costaron caro y nos fuimos al tercero, donde tuve la oportunidad de ganar. Lamentablemente, no lo logré", confesó Johnson, quien llegó a tener una ventaja de 4-1 en el tercer set y una bola de partido con 5-3.

"Cuando llegué al vestuario, llamé a mi agente y le dije que cancelara mis próximos compromisos. Me retiraba del tenis. No podía soportar la vergüenza de haber perdido con ese chico. Le dije que este niño era malísimo. Pero tanto mi entrenador como mi agente me aconsejaron que le diera tiempo a Sinner, ya que creían que tenía un gran futuro. Yo no estaba tan seguro, pensaba que nunca ganaría un partido importante", relató un Johnson apenado por esa derrota, quien había alcanzado el puesto 21 en el ranking mundial.

Lo cierto es que esta historia refleja no solo la inesperada grandeza que Sinner alcanzaría posteriormente, sino también la importancia de creer en el potencial de los jóvenes talentos. Solo un año después de ese encuentro, Sinner llegó a los cuartos de final de Roland Garros, donde logró una victoria digna contra Zverev, aunque posteriormente fue eliminado por Nadal. Sinner, a pesar de que para muchos no brillara con tanto esplendor como otros talentos jóvenes, demostró que su dedicación y trabajo arduo lo llevaron a alcanzar la cima del tenis, convirtiéndose en un tenista a temer en el circuito mundial.