Un viaje que casi se convierte en tragedia

La suerte ha sido generosa con Ricardo Sagarminaga y su equipo. Lo que prometía ser una tranquila expedición, cuidadosamente preparada durante meses, se tornó en un verdadero caos. El reconocido biólogo y fundador de Alnitak, su ONG, no pudo ocultar su alivio al decir: "Hemos vuelto a nacer".

El dramático naufragio del velero Toftevaag

El equipo, compuesto por seis científicos, partió de Cudillero a las cuatro y media de la madrugada en su velero, el Toftevaag. Sin embargo, a las once de la mañana, a unos 50 kilómetros de la desembocadura del Nalón, un fuerte golpe hizo naufragar la embarcación. La tripulación fue rescatada por Salvamento Marítimo y trasladada al Aeropuerto de Asturias para una revisión médica.

Las emociones a flor de piel tras el accidente

"Es un golpe duro. El clima era perfecto y navegábamos de maravilla hasta que todo cambió", lamenta Sagarminaga desde el Aeropuerto de Asturias, donde finalmente se sintió aliviado al comprobar que todos sus colegas estaban sanos y salvos. "Nunca había vivido algo así. Me duele, llevaba 35 años con este barco, era parte de mí".

La valentía en medio de la adversidad

Tras el impacto, el agua comenzó a inundar el barco. "Activamos las bombas de emergencia y contactamos a Salvamento. Queríamos seguir adelante, pero tras media hora tuvimos que pedir el helicóptero. Éramos seis A bordo, no podíamos arriesgar", agregó Sagarminaga, sintiéndose aliviado y bromeando sobre lo que vendría: "Ahora nos tocará secarnos y volver a nuestras labores".

Una movilización impresionante

El accidente movilizó un operativo completo: el helicóptero "Pesca 2" y dos embarcaciones salvamar llegaron para ayudar. También intervino una patrullera de la Guardia Civil, mientras que un mercante cambió su rumbo para atender la emergencia. Sin embargo, el Toftevaag no pudo ser salvado.

La rica historia del Toftevaag

Construido en 1910 en Noruega, el Toftevaag era un auténtico símbolo de la navegación. Su diseño, un knarr vikingos usado para el transporte y la pesca, ha navegado durante más de un siglo y conservaba gran parte de su madera original. Desde su renovación en 1958, el barco había vivido aventuras inolvidables en mares nórdicos, e incluso sirvió durante la Segunda Guerra Mundial.

El legado del proyecto Alnitak

Desde 1989, el Toftevaag había sido parte fundamental del proyecto Alnitak, dedicado a la investigación y conservación del medio marino. A través de estudios sobre cetáceos y otros ecosistemas, los científicos de este barco han contribuido al entendimiento y preservación de nuestros recursos naturales.

Una historia de supervivencia y esperanza

A pesar de la tragedia del naufragio, los seis científicos no solo se han salvado, sino que han regresado a su labor con una historia que contar. Sus esfuerzos por proteger el océano continúan, y la experiencia ha reforzado su compromiso con la conservación de nuestros mares.