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Nicaragua: Ortega y su esposa se preparan para un control absoluto con nueva reforma constitucional

2024-11-20

Autor: Antonio

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha presentado una propuesta de reforma constitucional de amplio alcance que podría consolidar su poder junto a su esposa, Rosario Murillo, en un movimiento que ha generado polémica y preocupación tanto a nivel nacional como internacional.

En esta propuesta, Ortega, que ha sido presidente desde 2007, busca establecer la figura de la 'copresidencia', permitiendo a Murillo, actual vicepresidenta, compartir el poder ejecutivo. Ambos serían elegidos por sufragio universal, consolidando un control sin precedentes sobre los tres poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial.

Esta reforma, que afectará más de 100 artículos de la Constitución actual, también incluye la extensión del mandato de ambos copresidentes de cinco a seis años y la creación de un cuerpo auxiliar conocido como 'policías voluntarios', una medida que ha sido duramente criticada por organizaciones de derechos humanos debido a acusaciones de represión durante las protestas de 2018.

Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, anticipó que la reforma será aprobada de manera rápida, posiblemente en este mismo viernes, lo que ha levantado alarmas sobre la falta de oposición real en un parlamento donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tiene el control absoluto.

Las enmiendas incluirán también la posibilidad de destituir funcionarios que se opongan a los principios del régimen, lo que refleja una tendencia constante de Ortega hacia la restricción de libertades y derechos fundamentales. Esta reforma, que se percibe como un intento de validar el control autoritario, también incorpora una cláusula que limita la libertad de expresión, lo que añade más presión sobre los disidentes.

Las redes sociales han estallado en críticas ante estas acciones, con líderes de la oposición en el exilio, como Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, denunciando la concentración de poder. Maradiaga enfatizó que esta reforma es un paso más hacia la consolidación de un régimen totalitario, mientras Chamorro advirtió que elimina cualquier semblante de separación de poderes, reforzando la idea de que Nicaragua se dirige a una dictadura bicéfala.

La comunidad internacional ha expresado su inquietud. Diversas organizaciones han manifestado su rechazo a las reformas propuestas, instando a una presión colectiva sobre el régimen de Ortega para proteger la democracia y los derechos humanos en Nicaragua. Ante el trasfondo de un régimen que ha sido criticado en repetidas ocasiones por sus prácticas represivas, la adopción de esta reforma podría tener implicaciones profundas y duraderas en la política nicaragüense.