¡Noruega excluye a Navantia de la construcción de nuevas fragatas y busca nuevos aliados!
2024-11-20
Autor: Manuel
El Ministerio de Defensa de Noruega ha anunciado su intención de abrir un diálogo con Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos para establecer una asociación estratégica que desarrolle un nuevo modelo de fragatas. Este movimiento tiene como objetivo reemplazar la actual clase Fridtjof Nansen, que fue construida por el astillero español Navantia.
El Ministro de Defensa noruego, Bjørn Arild Gram, enfatizó que las nuevas fragatas representan la mayor adquisición prevista para las Fuerzas Armadas de Noruega en los próximos años. "Noruega se posiciona como una nación marítima clave dentro de la OTAN, y esta inversión estratégica no solo reforzará nuestra seguridad, sino también la de nuestros aliados", afirmó.
En junio de 2024, el Parlamento noruego ratificó un Plan a Largo Plazo para adquirir al menos cinco nuevas fragatas antisubmarinas, que contarán con helicópteros antisubmarinos embarcados. Sin embargo, a diferencia de adquisiciones previas, esta vez se realizará bajo el marco de una colaboración a largo plazo con un socio que tenga intereses estratégicos similares a los de Noruega.
Es sorprendente que Noruega haya decidido prescindir de Navantia en este ambicioso proyecto, dado que las actuales fragatas de la clase Fridtjof Nansen son producto del astillero español. Por increíble que parezca, Navantia ya mantenía un acuerdo de apoyo técnico con la Agencia Noruega de Logística para la Defensa (NDLO) para brindar soporte a estas fragatas. A pesar de cumplir con los estándares de satisfacción del cliente, la empresa española no ha sido seleccionada para esta nueva fase.
No podemos olvidar el incidente del 2018, donde una de las fragatas, la 'KNM Helge Ingstad', colisionó con un petrolero, lo que resultó en un fallo crítico de seguridad. La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Noruega descubrió que la fragata no cumplía con el estándar de estabilidad requerido, lo que generó desconfianza. Aunque Navantia defendió el diseño de la fragata, este accidente ha marcado una narrativa negativa en su relación con Noruega.
El Gobierno noruego decidió no reparar la fragata dañada, considerando más conveniente deshacerse de ella que arreglarla, una decisión que refleja la tensión entre ambas partes. En un informe se destacó que reparar los daños costaría entre 12.000 y 14.000 millones de coronas noruegas, mientras que adquirir una nueva fragata tendría un costo inferior, entre 11.000 y 13.000 millones de coronas.
Ahora, el Gobierno noruego se encuentra en una búsqueda activa de un nuevo socio estratégico, con la meta de tomar una decisión final en 2025. En este proceso, se dará gran importancia a las oportunidades industriales y la capacidad de la tecnología noruega para contribuir al desarrollo de futuras fragatas. Según Bjørn Arild Gram, "nuestro objetivo es que estas inversiones generen empleo y oportunidades en todo Noruega".
Mientras tanto, la decisión de Noruega de dejar fuera a Navantia de este crucial proyecto podría tener repercusiones significativas en la industria naval española, que tras esta exclusión se pregunta: ¿podrá recuperar su influencia en futuros contratos de defensa en el norte de Europa?