Onur Genç, el consejero delegado de BBVA, ha expresado su descontento con el "ruido" mediático que rodea la oferta pública de adquisición (OPA) por Banco Sabadell y la controversia en torno a la intervención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Según Genç, el debate sobre si la CNMC moverá el caso a una fase más profunda es obsoleto, ya que considera que el impacto de la operación no debería ser visto como un problema de competencia.

Genç ha señalado que solo el 1,5% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en España tienen contratados servicios financieros tanto con BBVA como con Sabadell, cifra que se eleva al 3,6% en Cataluña. Esto sugiere que la mayoría de las pymes no se verían afectadas por la fusión, ya que tendrían acceso a un campo de acción más amplio entre diferentes entidades financieras.

Además, el CEO de BBVA argumenta que la creación de una nueva entidad podría resultar en una mayor capacidad de concesión de crédito, estimada en un significativo aumento de 5.000 millones de euros anuales. Esto podría proporcionar un impulso esencial para la economía española, especialmente en un momento en que las empresas buscan financiar su crecimiento después de los efectos económicos de la pandemia.

Genç se mostró optimista sobre el futuro de la operación, afirmando que espera que salga adelante en la primera fase de evaluación. También reiteró el compromiso de BBVA de colaborar de manera proactiva con las autoridades reguladoras, tanto a nivel gubernamental como con la CNMC, para asegurar que todos los procedimientos se mantengan dentro de la legalidad.

Respecto a las condiciones que la CNMC podría imponer, Genç no anticipa grandes diferencias comparadas con fusiones anteriores entre bancos como CaixaBank y Bankia. "Con base en casos previos, esperamos un marco de condiciones similar a las que se establecieron en esas integraciones, y actualmente estamos trabajando en ellos", manifestó.

La OPA, según Genç, no solo crea "eficiencia" operativa, sino que también permite un crecimiento sostenido en la inversión tecnológica, vital para mantener la competitividad. Además, resaltó que esta operación no solo beneficiará a los accionistas y clientes a través de tarifas más competitivas, sino también a los empleados, quienes gozarán de "mejores oportunidades en un banco global".

En cuanto al impacto para España, Genç lo calificó de "positivo", enfatizando que un banco de mayor tamaño supone una mayor capacidad de préstamo, lo que podría traducirse en un estímulo para el desarrollo económico del país.