Óscar Puente en el Ojo del Huracán

El Ministro de Transportes, Óscar Puente, se presentó ante la Comisión de Investigación del caso Koldo en el Senado con la intención de explicar la situación en la que se encuentra Jésica Rodríguez, expareja de José Luis Ábalos. A pesar de la tensión en la sesión, donde se interrumpió durante cinco minutos por la actitud del propio Puente, el ministro mantuvo que los mecanismos de control laboral funcionan adecuadamente.

El Polémico Caso de Jésica Rodríguez

Jésica Rodríguez ha captado la atención mediática tras recibir un sueldo durante dos años y medio sin trabajar. Puente defendió su situación afirmando: "Si no se expedientó a Jésica por absentismo es porque no había motivos para ello". Sin embargo, las pruebas recopiladas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil contradicen esta afirmación, mostrando que Jésica no sabía ni dónde se ubicaba su puesto de trabajo.

Conflictos Internos y WhatsApp Reveladores

A pesar de la defensa de Puente, las conversaciones de WhatsApp obtenidas indican que Jésica expresaba frustración por no poder responder a sus compañeros sobre su labor en Ineco. El ministro insistió en que aún cuando Jésica sí fichaba, no había irregularidades en sus controles laborales.

Responsabilidades en el Aire

Puente trasladó la responsabilidad de investigar la documentación al juez Ismael Moreno, enfatizando que si existieron irregularidades, debería ser el sistema judicial quien las investigue. Su relación con Rodríguez fue puesta en duda, en particular por el senador del PP, Francisco Bernabé, quien insinuó que Puente podría conocerla personalmente.

Viajes Oficiales y Financiación Ambigua

En cuanto a sus viajes oficiales, se admitió que Jésica participó en 13 ocasiones, aunque existen ocho viajes sobre los que no hay claridad en la financiación. Puente también se distanció de la posibilidad de auditorías adicionales relacionadas con la contratación de Jésica o Claudia Montes, pero instó al PP a llevar a cabo revisiones en Valencia.

El caso sigue generando controversia y pone a Puente en el epicentro de una tormenta política, mientras la sociedad demanda más transparencia y claridad sobre el uso de recursos públicos.