El verano de 2023 trajo consigo una intrigante propuesta de fusión que podría transformar el panorama energético en la Península Ibérica. Tras el fallido intento de adquisición de Naturgy por parte del grupo emiratí Taqa en junio, los grandes accionistas de la compañía española están en busca de soluciones para optimizar su situación. Con BlackRock y CVC, cada uno con más del 20% de las acciones, CriteriaCaixa, principal accionista con un 26,7%, ha comenzado a explorar la posibilidad de fusionarse con una utility europea. Entre las opciones, surgió el interés por EDP, la energética portuguesa con una fuerte presencia internacional.

Fuentes del sector revelaron que los contactos entre CriteriaCaixa y EDP tuvieron lugar en Lisboa, donde el equipo luso consideró la propuesta, aunque finalmente no se concretó. Mientras tanto, tanto EDP como Criteria han optado por no comentar oficialmente estas negociaciones. A pesar de esto, la posibilidad de una fusión sigue generando discusiones, especialmente después de que Naturgy expresara su intención de explorar todas las opciones tras la salida de Taqa.

Con un valor de mercado de aproximadamente 23.000 millones de euros, Naturgy tiene un desafío importante: incrementar su atractivo ante los inversores y mantener su influencia en el sector español, donde Iberdrola y Endesa dominan. La búsqueda de socios ha sido una constante, y la dilatada relación con EDP no es nueva. En 2017, tras el fracaso en la compra de Endesa, Naturgy ya había planteado la integración con el grupo portugués.

La fusión entre ambas compañías tiene sentido estratégico, ofreciéndoles la oportunidad de reforzar su presencia en un mercado altamente competitivo. Los analistas destacan que combinar las carteras podría generar eficiencias y sinergias significativas, tanto a nivel de ingresos como de costos. Sin embargo, no será una operación sencilla, debido a las complejidades en los accionariados de ambas empresas.

Por otro lado, EDP ha mostrado una valoración más optimista sobre su propia posición en el mercado, poniendo en duda el valor de Naturgy. Actualmente, EDP cuenta con una sólida base de clientes y más de un 75% de su producción proviene de fuentes renovables, posicionándose como un actor clave en la transición energética. En España, EDP opera una red de distribución con 1,4 millones de puntos de suministro y planea expandir su capacidad mientras busca adaptarse a los cambios regulatorios y de mercado.

Por su parte, existen rumores de que los accionistas de Naturgy han considerado otras fusiones, aun cuando las grandes compañías parecen estar fuera de juego. Entre los murmullos, se ha mencionado una posible fusión con Repsol, aunque esta idea ha sido desmentida por fuentes cercanas a Naturgy. En el contexto actual, las expectativas son altas y el futuro del sector energético en la región es incierto, pero lleno de posibilidades. A medida que la búsqueda de socios continúa, la situación se torna cada vez más interesante. ¿Veremos finalmente la fusión de estas potencias energéticas? ¡Estaremos atentos a los próximos movimientos!