
¿Puede el ejercicio intenso dañar la mielina de tus neuronas? Descubre lo que dice la ciencia
2025-03-25
Autor: Manuel
Un nuevo estudio ha revelado resultados sorprendentes sobre el impacto del ejercicio intenso en la mielina, la sustancia que recubre y protege nuestras neuronas. Según investigaciones lideradas por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y publicadas en la prestigiosa revista Nature Metabolism, los corredores de maratón experimentan una disminución de mielina en ciertas áreas del cerebro después de realizar una maratón.
Este estudio involucró a diez participantes y encontró que, si bien la mielina se reduce inmediatamente después de una carrera de 42 kilómetros, esta disminución se invierte por completo dos meses después. Aunque en el corto plazo los corredores podrían pensar que este efecto es preocupante, la investigación sugiere que la mayor parte de la mielina del cerebro permanece intacta, lo que podría ser un alivio para los entusiastas del deporte.
El ejercicio extremo obliga al cuerpo a agotar sus reservas energéticas. Durante una maratón, los corredores utilizan principalmente glucógeno, un carbohidrato almacenado en los músculos, y cuando esto se acaba, recurren a las reservas de grasa. Curiosamente, la mielina, compuesta en gran parte de lípidos, puede desempeñar un papel como reserva de energía en condiciones extremas, como se ha observado en estudios anteriores con roedores.
Los investigadores, liderados por Carlos Matute, utilizaron resonancias magnéticas para analizar el cerebro de ocho hombres y dos mujeres antes y 48 horas después de la carrera. Además, continuaron el seguimiento de dos corredores dos semanas después y de seis más dos meses después de la maratón.
Los resultados mostraron una reducción de mielina en 12 áreas de la materia blanca del cerebro, que están vinculadas a la coordinación motora y la integración sensorial y emocional. No obstante, a las dos semanas, los participantes mostraron un aumento significativo en las concentraciones de mielina, recuperándose por completo a los dos meses.
A pesar de estos hallazgos, los investigadores advierten que hay limitaciones en el estudio, como el pequeño tamaño de la muestra. Urgen a realizar más pruebas en grupos más amplios para entender mejor la relación entre el ejercicio extremo y la mielina cerebral.
Ahora, la pregunta persiste: ¿Qué implicaciones tiene esto para los atletas? Si bien el ejercicio intenso es seguro y beneficioso a largo plazo, esta investigación abre la puerta a nuevas preguntas sobre cómo el cuerpo se adapta al estrés físico extremo. Por lo tanto, tanto los corredores amateurs como los profesionales pueden verse interesados en seguir esta investigación, que podría cambiar la forma en que pensamos sobre el ejercicio y la salud cerebral.