
¿Quiénes son las personas sin hogar que duermen en el aeropuerto de Madrid-Barajas?
2025-03-21
Autor: Lucia
En febrero de 2025, más de 1,7 millones de viajeros utilizaron las instalaciones del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según datos publicados por Turespaña. Este incremento del 4,2% en el volumen de pasajeros contrasta con la preocupante realidad de más de doscientas personas sin hogar que pasan la noche en este aeródromo, invisibles ante la mayoría de las miradas de los viajeros. Estas personas se han convertido en un punto de fricción entre el Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno de España, mientras Aena, la entidad que gestiona el aeropuerto, presiona cada vez más para que abandonen las instalaciones.
El mismo día del anuncio sobre el récord de viajeros, nos unimos a los voluntarios de la Asociación Bokatas, la única organización que apoya a las personas sin hogar que residen en el aeropuerto madrileño. La lluvia ha sido constante desde que comenzó marzo, y a medida que caía la noche en Barajas, los voluntarios se repartieron en coches para evitar los altos costos de aparcamiento.
Gaspar García, coordinador del Proyecto Despega, explicó que antes distribuían bocadillos a las personas en situación de calle, pero Aena les prohibió esta acción ya que tiene sus propios establecimientos de comida. Aunque siguen ofreciendo comida en la calle, también han enfrentado restricciones debido a un supuesto "efecto llamada". Gaspar ha estado apoyando a estas “invisibles” desde hace casi seis años, una labor que ahora se vuelve más difícil con las constantes presiones de la empresa.
Al llegar al aparcamiento de la T-4, la lluvia parecía dar una tregua, pero el frío y la humedad aún persistían. Recorrimos el pasillo de Llegadas, donde algunos grupos de personas durmiendo en el aeropuerto intercambiaban anécdotas y sonrisas. Fede, un voluntario que antes trabajó como abogado, compartió su experiencia en el lugar y la comunidad que ha formado con los que viven allí.
Andrés, un hombre de 53 años que ahora planea dejar el aeropuerto para mudarse a Lyon, expresó su frustración. "Aena se está confundiendo", dijo, refiriéndose a cómo están tratando de agrupar a las personas en situaciones complicadas, creando un ambiente más conflictivo en el que personas con problemas y quienes solo desean un lugar seguro para dormir coexisten en un espacio reducido. A medida que los espacios de funcionamiento del aeropuerto se reducen, se cierran aseos, y los bancos se limitan, la tensión aumenta entre quienes buscan simplemente sobrevivir sin causar problemas y quienes luchan con adicciones.
"Hay cámaras por todas partes. Saben quién se comporta y quién no, pero parece que no les importa", señaló Fede. A medida que seguíamos nuestro recorrido por la terminal, los voluntarios saludaban a otras personas que, aunque parecían viajeros, eran parte de una comunidad resiliente entre las sombras del aeropuerto. Este retrato humano de quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad destaca la necesidad urgente de soluciones efectivas y compasivas para abordar la crisis de las personas sin hogar en las grandes ciudades.