
Rafael Velázquez: "En mis tiempos se dejaba más libertad a los que cantaban"
2025-04-06
Autor: Laura
La pasión de Rafael Velázquez por el Carnaval dio sus primeros pasos en el emblemático Bar Juani, donde acompañaba a su tío. Desde pequeño, disfrutaba de las ensayos de comparsas de grandes como Enrique Villegas y Paco Alba. “Recuerdo también haber visto a ‘Pancho Albachi y sus mamarrachis’ en una estación de ferrocarril, donde luego se ubicó el pub El andén. En mi barrio, Trille, había una gran afición al Carnaval, con muchos vecinos participando en comparsas, incluyendo a Kiki, que más tarde actuó conmigo”, rememora Velázquez.
“Entre mis amigos del barrio estaba Gustavo Rosales, parte de la familia de los ‘Agüillo’, con quien formé una chirigota llamada ‘El tío Aquiles y su pandilla’. Tenía apenas 17 años y la música estuvo a cargo de un tal Osorio”, añade. Era el año 1968 y esta chirigota parodiaba un popular personaje de la televisión infanto-juvenil de la época, de un programa llamado ‘Los chiripitifláuticos’.
Algunos integrantes de esta chirigota se unieron al coro de El Quini, pero Velázquez no pudo hacerlo debido a su trabajo en Abengoa, que lo mantenía fuera de Cádiz por largos períodos. Sin embargo, tras un permiso, logró unirse a ‘Los maniseros de Cádiz’ para una gira por las Fallas de Valencia, aunque un percance le llevó a reconsiderar esa oportunidad.
Años más tarde, se reencontró con amigos del barrio que aún actuaban con El Quini y se unió al coro ‘Fantasía rusa’, que logró el tercer premio del concurso. "Ensayábamos en Salesianos y el coro estaba formado por muchos veteranos de El Quini. Recuerdo que antes de cantar en el Falla, nos reuníamos en el bar Gerardo y caminábamos juntos hasta el teatro, aunque estaba bastante asustado por la vigilancia del régimen", recuerda.
Después de un descanso en 1980, se unió a la comparsa de Antonio Martín que buscaba renovarse para presentar la agrupación ‘Charlatanes de feria’. “Gracias a Manolo Alba, guitarra de reconocidas comparsas, tuve la oportunidad de unirme a ellos, y me emocionó mucho”, confiesa. Esa comparsa logró el tercer premio, detrás de ‘Pregones’ y ‘Los hijos de la noche’, en una final que se recordará por su alto nivel.
A pesar de su éxito, Velázquez no fue considerado para ‘Voces negras’, la siguiente comparsa de Martín, debido a sus compromisos laborales. Sin embargo, se sumó a ‘Rancho grande’ de Villegas gracias a Gustavo Rosales. “Cantaba detrás de El Alemania y estaba ansioso por ayudarlo con el repertorio, pero nunca tuve la oportunidad dicha, lo que me dejó una sensación de desaprovechamiento”, lamenta.
De esta agrupación, recibió su apodo: ‘El mexicano’, tras un malentendido el día en que le robaron una chaqueta. “Al llegar a casa, me di cuenta que había dejado las llaves en la chaqueta robada y al no encontrar a mi esposa, tuve que esperar en un bar hasta que regresara”, cuenta entre risas.
El trabajo continuo lo mantuvo alejado del Carnaval hasta 1985, cuando se unió a Antonio Martínez Ares, con quien formaría parte de uno de los grupos más icónicos. En su época, los maquillajes de los 'Zombies' fueron un desafío. “No había donde comprar materiales para el maquillaje aquí en Cádiz; lo adquiría en Sevilla y obtuve patrocinio de General Motors para conseguir recursos”, recuerda.
Después de ‘De locura’, el grupo alcanzó su primera final con ‘Esto es Carnaval’ en 1986. “Lo pasamos increíble, y el jurado nos prohibió hacer una entrada ruidosa por el escenario, aunque la gente nos apoyaba”, comenta.
Sin embargo, aquellos días idílicos no duraron para siempre. Tras varias comparsas memorables como ‘Entre tus brazos’, ‘Con uñas y dientes’, y su primer gran triunfo con ‘Los miserables’ en 1992, la presión y competencia llevaron a la ruptura de la agrupación. “Fue un desgaste tras años de éxitos y presión”, explica.
Después de un parón, regresó en 2002 con ‘Los guerrilleros del levante’, y aunque estuvo ausente del escenario por varios años debido al dolor de la ruptura anterior, su regreso significó un nuevo comienzo. “Estoy muy contento de haber vuelto. El ambiente ahora es más relajado, sin la presión del concurso”, afirma.
Sobre el Carnaval contemporáneo, Velázquez critica la falta de letras con chispa y la rigidez en la interpretación. “En mis tiempos, había más libertad para improvisar y encajar las voces de diferentes maneras”, dice con nostalgia.
Con el reconocimiento de su trayectoria, destaca que ‘La ventolera’ y ‘Charlatanes de feria’ son las comparsas que más valora con el paso del tiempo. Se siente satisfecho de haber formado parte de esta rica tradición cultural que es el Carnaval de Cádiz.