¡Buenos días!

Esta semana hemos sido testigos de un espectáculo político inquietante, especialmente en relación a la tragedia natural que dejó más de 200 muertos en Valencia debido a la DANA. El Partido Popular ha sido criticado por utilizar esta tragedia para ganar puntos políticos, intentando bloquear el camino a Teresa Ribera en la Comisión Europea. Sin embargo, este intento ha fracasado notablemente, ya que la política comunitaria sigue caminos inexplorados por los tradicionales líderes del PP. Mientras tanto, el acuerdo con Ribera como vicepresidenta ha sido firmado por sus homólogos socialistas y liberales en Bruselas.

Con el cambio de era marcado por la victoria de Donald Trump y la influencia de Elon Musk en las redes sociales, plataformas como Bluesky han experimentado un crecimiento explosivo. Creada por Jack Dorsey, esta red social está llamando la atención y representa una evolución en la forma en que la gente se comunica. Mientras los gigantes tecnológicos parecen rendirse a una nueva realidad bajo el liderazgo republicano, el negocio de la inteligencia artificial (IA) se ha conectado peligrosamente con el sector militar. Las empresas de tecnología están firmando acuerdos para el desarrollo de IA para usos bélicos, lo que plantea serias inquietudes sobre el futuro de la humanidad.

Rememoramos a Skynet de la saga Terminator, una inteligencia artificial que se rebela contra la humanidad. Aunque aún estamos lejos de una catástrofe de esa magnitud, cada vez nos acercamos más a un escenario donde la IA podría tener una influencia decisiva en nuestros destinos.

En el ámbito económico, la compra de viviendas se ha vuelto un reto monumental para las familias trabajadoras, ya que inversores y fondos de inversión han comenzado a acaparar propiedades, lo que limita las opciones de compra de los ciudadanos. En 2023, el 56% de las transacciones inmobiliarias se llevaron a cabo sin hipotecas, lo cual indica una tendencia alarmante hacia una España de rentistas y grandes tenedores.

Por otro lado, Goldman Sachs prevé que los tipos de interés en la Eurozona caerán al 1,75% en julio de 2025, indicando un cambio radical en la política monetaria europea que el BCE se resiste a aceptar. Esta caída de tasas sienta las bases para una recuperación económica, que ha sido duramente golpeada por las políticas monetarias restrictivas en años anteriores.

A medida que la incertidumbre política y económica crece, el Tribunal Supremo ha impuesto novedades en las relaciones laborales, exigiendo una audiencia previa en casos de despido disciplinario. Esta sentencia podría transformar radicalmente la forma en que funcionan las relaciones laborales, brindando a los trabajadores una protección adicional ante abusos.

La preocupación por el futuro se exacerba con el uso creciente de tecnología que, a pesar de su promesa, está erosionando derechos laborales fundamentales. El uso de algoritmos en las decisiones laborales ha llevado a que muchos trabajadores sufran condiciones más precarias bajo la apariencia de 'libertad'.

Mientras seguimos observando estos avances tecnológicos, es crucial cuestionar hacia dónde nos dirigimos. La tecnología, en lugar de ser solo una herramienta de progreso, parece haber abierto la puerta a nuevas formas de control y explotación. Este es un desafío que no solo debemos enfrentar como profesionales, sino también como sociedad. ¿Estamos realmente listos para lo que viene? ¡La respuesta podría sorprenderte!