Alfredo Relaño, el único periodista español que participa en la votación del 'Balón de Oro', ha comentado para Mundo Deportivo las recientes declaraciones de Florentino Pérez durante la Asamblea relacionada con la victoria de Rodri y la expectativa de que un jugador del Real Madrid obtuviera el premio.

Relaño señaló que la frustración del presidente del club merengue es comprensible, pero considera que la reacción fue desproporcionada. “La manera en la que intentó justificar su descontento es un reflejo de la desesperación, asumiendo que Vinicius iba a ganar, cuando en realidad no es un mito como lo fue Pelé. Si bien yo lo voté y estuvo cerca, quedó en segundo lugar”, comentó Relaño, desestimando las afirmaciones de Pérez sobre la influencia de la UEFA en el sistema de votación.

"No ha habido ningún cambio en este proceso. La UEFA simplemente financia la gala, y el jurado es el mismo de siempre. Mi contacto es con France Football, ellos son quienes me envían la solicitud de voto y hacen la lista de los 30 nominados. La UEFA no tiene injerencia en quienes votan, eso es algo claro”, afirmó con convicción, para luego calificar lo sucedido como una "reacción irracional de un Madrid que está cada vez más desconectado de la realidad. Todo es absurdo.”

Además, Relaño confió en que las palabras de Pérez respecto a Uganda fueron desafortunadas, aunque se mostró aliviado de que posteriormente mencionara a Finlandia, a modo de corrección.

Relaño no dudó en calificar la situación vivida en la Asamblea como una "exhibición para un público que está totalmente controlado y filtrado. A lo largo de los años, han ido apartando a aquellos que expresan opiniones críticas, y Florentino aprovecha para lucirse. Es un espectáculo lamentable y desagradable".

El periodista también subrayó que el Real Madrid se encuentra en una encrucijada institucional. “No reconozco el club como lo hacía antes; está en conflicto con UEFA, FIFA, La Liga y ahora hasta con el Balón de Oro... sin embargo, parece que mantiene una relación cordial con los políticos, a quienes invita al palco. Por otro lado, la relación con los vecinos es pésima. Ahora se quejan de que si los conciertos ocupan el 1% del espacio, este tipo de decisiones parecen motivadas más por el deseo de causar molestias que por verdaderas preocupaciones. En resumen, un club en crisis y un presidente atrapado en un conflicto permanente.”

Este drama en la alta dirección del Real Madrid, por un lado provoca cuestionamientos sobre el futuro inmediato del equipo y, por otro, abre un diálogo sobre la filosofía y normas que rigen el fútbol moderno. ¿Podrá la directiva recuperarse y encontrar un camino de colaboración en lugar de confrontación?