Glovo ha dado un giro histórico al anunciar que, por primera vez, dejará de operar con repartidores autónomos y los convertirá en empleados asalariados con un salario fijo a cargo de la empresa. Esta decisión llega tras años de presión de los tribunales y la Inspección de Trabajo, que desde hace más de cinco años han exigido a la compañía que cumpla con sus obligaciones laborales. Actualmente, Glovo cuenta con alrededor de 15,000 'riders' en toda España, aunque aún no ha aclarado si todos serán contratados como asalariados.

Esta transformación se produce en un momento crítico, ya que la Inspección de Trabajo está preparando una sanción que podría superar los 500 millones de euros, de acuerdo con declaraciones de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Desde su inicio en 2015, Glovo ha enfrentado más de 253 millones de euros en multas y requerimientos relacionados con la Seguridad Social, además de haber tenido que regularizar a más de 40,889 repartidores que operaban como falsos autónomos.

El anuncio de Glovo llega un día antes de que su cofundador y CEO, Óscar Pierre, deba comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, donde se le investiga por presuntas violaciones de los derechos laborales. La Fiscalía está indagando sobre su negativa a formalizar contratos laborales, lo que ha privado a miles de repartidores de derechos básicos, como vacaciones pagadas y bajas por enfermedad.

En un comunicado, la compañía enfatizó su compromiso con España y la economía digital, y aseguró que a partir de ahora implementará un nuevo modelo que permitirá una relación laboral más justa con sus repartidores. Fuentes de Glovo han indicado que abandonarán el uso de trabajadores autónomos y contratarán directamente a sus mensajeros.

Un repartidor expresó su sorprendente reacción ante el cambio: "Aún lo estoy asimilando. Ahora voy a repartir y luego leeré todo con calma". Durante su jornada laboral este lunes, seguirán considerando sus pedidos como autónomos, cubriendo ellos mismos los gastos, como el móvil y la bicicleta.

Más de una inversión: Díaz celebra el cambio

Este cambio de dirección se produce menos de un mes después de que Glovo implementara cambios en su aplicación para dar la apariencia de que sus repartidores eran autónomos. Después de varios enfrentamientos con el Ministerio de Trabajo, que incluso se vio forzado a crear leyes específicas para desmantelar la práctica de los falsos autónomos, Glovo reconoce que su modelo de negocio deberá evolucionar hacia un sistema salarial. "Por fin lo hemos conseguido", celebró Yolanda Díaz.

El desafío lanzado por Glovo ha puesto en jaque la credibilidad de la legislación conocida como 'Ley Rider', incluso llevando a competidores como Uber a reconsiderar sus estrategias laborales. El CEO de Glovo había comentado en 2020 que con 'riders' contratados serían rentables, pero no podrían satisfacer toda la demanda.

Las inspecciones continuarán

A pesar de este anuncio, las grandes inspecciones de trabajo que ya estaban en marcha no se detendrán. Desde hace un año y medio, se han estado realizando controles en las principales ciudades de España para certificar cuántos autónomos eran utilizados por Glovo y proceder a su conversión en asalariados.

Glovo ha indicado que abrirá un espacio de diálogo con los agentes sociales para garantizar que este proyecto se produzca de forma consensuada y transparente. Sin embargo, los sindicatos aún no han recibido comunicaciones oficiales al respecto, aunque algunos repartidores ya han comenzado a recibir mensajes sobre el inminente cambio de modelo. "Estamos trabajando para asegurar que aquellos que deseen unirse a este nuevo modelo puedan hacerlo de manera rápida y eficiente", reza uno de los mensajes recibidos. En los próximos días, Glovo convocará a una reunión para resolver dudas sobre el proceso.