Ciencia

¡Revolución médica! Una joven cientítica de Altea desarrolla una terapia de protones que cambiará el tratamiento del cáncer en niños

2024-12-02

Autor: Carlos

En un avance impresionante para la oncología pediátrica, la joven científica de Altea, Marina Borja Lloret, ha desarrollado una innovadora terapia de protones que promete transformar el tratamiento del cáncer en órganos sensibles como los ojos, el cerebro y la tiroides. Gracias a su investigación en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de la Universidad de Valencia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esta nueva técnica minimiza el daño al tejido sano adyacente, un problema común en la radioterapia y quimioterapia convencionales.

Marina, que obtuvo su título de Grado en Física a los 22 años y el Cum Laude en su Tesis Doctoral Internacional, ha dedicado casi seis años a perfeccionar esta terapia menos invasiva que podría ofrecer una nueva esperanza a los pacientes pediátricos. Su proyecto se centra en la monitorización en tiempo real de la terapia de protones, que se focaliza únicamente en las células cancerígenas, dejando intacto el tejido saludable.

La importancia de este estudio radica en la capacidad de tratar tumores de manera más segura y menos agresiva. Con el uso de protones, se evita el uso de fotones que comúnmente comprometen la salud de los tejidos sanos, reduciendo así los efectos secundarios devastadores de los tratamientos tradicionales. Marina explica que "desarrollamos un localizador que genera imágenes precisas de las zonas irradiadas, lo que es crucial para garantizar la efectividad y seguridad del tratamiento".

La investigación ha sido, hasta ahora, evaluada con "fantomas", modelos que simulan la densidad humana, en varias clínicas de Madrid y Cracovia. Aunque las pruebas iniciales han mostrado prometedores resultados con intensidades bajas, el equipo de Marina está trabajando arduamente para lograr la precisión necesaria en las dosis más altas requeridas para terapias reales.

La comunidad científica y médica sigue de cerca esta investigación que no solo pone a Altea en el mapa de los avances médicos, sino que también puede cambiar el rumbo de muchos tratamientos para niños que sufren de cáncer, ofreciendo una luz de esperanza donde antes había oscuridad. La terapia de protones podría convertirse en un estándar en el tratamiento del cáncer, y todo gracias al trabajo incansable de jóvenes como Marina Borja.