Introducción

La forma más efectiva de prevenir un choque frontal es mediante la implementación de una barrera física que separe los dos sentidos de circulación. Este innovador método fue exitosamente probado en Suecia, y representantes de la Generalitat viajaron allí hace unos años para adoptar este formato, conocido en el sector como 2+1. Se trata de un diseño que utiliza separadores de hormigón en el centro de la carretera, alternando carriles adicionales a cada lado para mejorar la fluidez del tráfico. Lo más importante de este sistema es que reduce drásticamente la accidentalidad, ya que elimina la posibilidad de realizar adelantamientos que invadan el carril contrario.

Primeras Aplicaciones

La carretera C-55, tristemente famosa por sus accidentes, fue el primer lugar donde se aplicó con éxito esta metodología, importada por Xavier Flores durante su tiempo como director de infraestructuras de la Generalitat. Gracias a esta iniciativa, se logró una notable disminución de accidentes, replicándose posteriormente en otras vías como la C-16 y la C-58. La Generalitat ha reafirmado su compromiso de extender este modelo a más áreas de la red viaria.

Desafíos en la Implementación

No obstante, a pesar del impulso inicial, los diferentes equipos de Junts y ERC en el departamento de Territori han priorizado otras cuestiones, y la implementación del modelo ha quedado casi paralizada durante años. De los planes anunciados hace dos años, solo se ha llevado a cabo un mínimo 8%, abarcando la variante de Banyoles (C-66) y un tramo de la C-15 en Vilafranca.

Nuevos Proyectos de Seguridad Vial

¡Grandes noticias para la seguridad vial! Más de 76 kilómetros de carreteras comarcales están a punto de transformarse. La consellera Sílvia Paneque ha decidido reactivar estos proyectos de seguridad vial, programando 16 actuaciones para este y el próximo año, con una inversión total de 128,8 millones de euros en 76,3 kilómetros de carreteras de doble sentido. Entre estos proyectos, uno de los más destacados se centrará en la C-55, específicamente en el tramo entre Manresa y Callús. Además, se renovarán tramos peligrosos como la C-31 en Vilanova i la Geltrú y la B-224 en Sant Esteve Sesrovires, donde la alta presencia de camiones ha llevado a los vecinos a reclamar una variante, aunque la Generalitat opta por renovar la carretera con este nuevo sistema.

Visión a Largo Plazo

Con una visión a largo plazo, hasta el año 2030 se prevé mejorar la seguridad en 425 kilómetros de carreteras que presentan una alta intensidad de tráfico y una mayor concentración de accidentes. La inversión total estimada asciende a 666 millones de euros, lo que se espera que tenga un impacto significativo en la reducción de muertes y heridos graves en las carreteras catalanas. “Actuando en un 7% de la red vial de la Generalitat, podemos reducir los accidentes mortales en un 20%, rompiendo así el estancamiento de los últimos años”, asegura la consellera Paneque.

Otras Medidas de Seguridad

¿Y hay más? ¡Sí! Bandas rugosas en la pintura central. Además de estas importantes obras, el Govern planea implementar bandas sonoras longitudinales en 700 kilómetros de carreteras entre este y el próximo año, con una inversión de dos millones de euros. Esta solución, que ha demostrado ser efectiva en prevenir salidas de vía en autopistas, consistirá en una modificación de la pintura central del asfalto que provocará vibraciones en el vehículo si el conductor se despista, alertándolo de que está invadiendo el sentido contrario. ¡Una medida que podría salvar miles de vidas y darle un giro radical a la seguridad en las carreteras!