Un mes después de la devastadora catástrofe provocada por la DANA, Pedro Sánchez se presentó en el Congreso de los Diputados para manifestar el compromiso del Gobierno de España con los ciudadanos valencianos, asegurando que estarán al lado de ellos hasta el final. Sánchez destacó que el cambio climático está causando estragos y subrayó que todos los ministerios han proporcionado explicaciones. El presidente del Gobierno insistió en que la responsabilidad de la reconstrucción recae en la Generalitat, responsabilizando abiertamente al presidente autonómico, Carlos Mazón, de la situación crítica.

Sánchez anunció un Consejo de Ministros extraordinario que se llevará a cabo mañana, donde se aprobará un nuevo paquete de 60 medidas que ascenderán a un total de 2.264 millones de euros en ayudas. Con esto, se alcanzará un total de 16.600 millones destinados a la recuperación, y subrayó que habrá más paquetes de ayudas si es necesario.

Desde la oposición, Alberto Núñez Feijóo lo acusó de "parapetarse" detrás de la tragedia para ocultar su propio escándalo de corrupción. Feijóo criticó la tardanza de Sánchez en aparecer ante la Cámara después del desastre y afirmó que solo busca beneficios personales, alegando que el Gobierno sabía lo que iba a ocurrir y no actuó. Por su parte, Sánchez admitió que la distribución de competencias entre administraciones puede ser confusa, pero enfatizó que el Estado cumplió desde el primer momento.

El presidente también defendió la actuación de la Aemet y de la Confederación Hidrográfica del Júcar, afirmando que ambos organismos trabajaron con rigor y transparencia. En respuesta a críticas sobre la gestión de la Generalitat, Sánchez hizo un llamado a reflexionar sobre el papel de cada uno en situaciones de emergencia y se mostró a favor de una comisión de investigación para esclarecer responsabilidades.

Santiago Abascal, líder de Vox, fue directo al señalar que Sánchez es el "responsable último" de la catástrofe, instando a Feijóo a romper cualquier pacto con el Partido Socialista para salvaguardar los intereses del país. La portavoz de Sumar, Verónica Martínez, también pidió la dimisión de Mazón por su escasa reacción durante la crisis. En este contexto, las críticas sobre la gestión de la crisis se intensificaron, con acusaciones de corrupción en la adjudicación de contratos relacionados con ayuda y reconstrucción.

Aitor Esteban, del PNV, advirtió que no apoyará medidas que no estén directamente relacionadas con la ayuda a las víctimas, mientras que Ione Belarra, de Podemos, tildó a Mazón de corrupto por otorgar contratos a empresas con vínculos al PP.

Este completo desglose de la situación revela no sólo la magnitud de la crisis provocada por la DANA, sino también el marco político convulso que la rodea, donde cada partido intenta utilizar la tragedia a su favor. Los próximos pasos que tome el Gobierno de Sánchez y cómo responda la Generalitat determinarán la recuperación no solo económica, sino también política en la comunidad valenciana.