Desde su sorprendente victoria en las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump ha estado trabajando a un ritmo frenético para formar su próximo gabinete. A pesar de un tropiezo al perder a su candidato preferido para el puesto de fiscal general, ha logrado la mayor parte de su equipo en tiempo récord. Sin embargo, hubo un cargo que levantó más expectativas: el de secretario del Tesoro. El viernes por la tarde, Trump confirmó que el multimillonario inversor Scott Bessent, conocido por su cercanía a Wall Street y su enfoque semiproteccionista, tomará el relevo de Janet Yellen. Su misión será abordar tres desafíos significativos: contener la inflación en colaboración con la Reserva Federal, instaurar una política comercial marcada por nuevos aranceles y mantener una reducción fiscal sin incrementar el déficit público.

El nombramiento de Bessent no estuvo exento de tensiones, ya que el proceso estuvo marcado por una feroz competencia entre las facciones que rodean al presidente electo. A pesar de las controversias, Bessent ha despertado el interés de Trump desde hace tiempo, quien lo ha elogiado como "uno de los hombres más brillantes de Wall Street". Su enfoque incluye la idea de que es posible reducir impuestos y aplicar aranceles sin perjudicar el crecimiento económico, lo cual ha capturado la atención del mandatario.

"Scott es ampliamente respetado como uno de los principales inversores internacionales y estratégicos económicos del mundo", manifestó Trump en sus redes sociales, añadiendo que juntos, tienen el objetivo de hacer que Estados Unidos sea nuevamente próspero y grandioso, enfatizando el 2026 como año clave para esta revitalización durante la celebración del 250 aniversario del país.

Bessent, que ha gestionado astutamente su imagen en los medios, se ha posicionado como un analista habitual en programas de Fox News, que son populares entre Trump. No obstante, su elección no fue bien recibida por todos. Elon Musk, el hombre más rico del mundo, expresó su desagrado, prefiriendo a Howard Lutnick, director ejecutivo de Cantor Fitzgerald. Musk argumentó que Bessent representaba una continuidad en las políticas económicas, mientras que Lutnick podría introducir un cambio real.

Las fricciones entre los dos en el equipo de Trump son palpables, y ambos han utilizado tácticas agresivas para criticar las posiciones del otro. Con Lutnick ahora a cargo del comercio, la cooperación entre ambos se espera sea difícil, lo que podría obstaculizar la agenda económica de la administración.

Desafíos en el horizonte

Bessent enfrentará una tarea monumental. La economía se encuentra en una posición macroeconómica relativamente fuerte, con cifras de empleo robustas y una inflación bajo control. Sin embargo, la deuda nacional ha alcanzado la asombrosa cifra de 36 billones de dólares y continúa en aumento. Hace poco, Bessent indicó que los aranceles diseñados por Trump podrían servir como una herramienta geopolítica para fortalecer la posición económica de EEUU. En un artículo defensivo, argumentó que si se implementan estratégicamente, los aranceles podrían no solo aumentar los ingresos del Tesoro, sino también animar a las empresas a reubicar la producción dentro del país y reducir la dependencia de economías rivales.

La entrada de Bessent en el cargo del Tesoro podría marcar un cambio en el curso de la política económica estadounidense, prometiendo una mezcla de estrategias que alienten la producción interna y la reducción de impuestos, todo ello en un ambiente de creciente tensión comercial con China.