En medio de tensiones legales y la búsqueda de apoyo financiero, el círculo de accionistas cercano al Gobierno de España está considerando nuevas alternativas para rescatar al grupo Prisa. Todo esto sucede mientras confían en que la justicia les dé la razón en una disputa complicada.

El grupo, compuesto por individuos como Global Alconaba y Andrés Varela Entrecanales, está evaluando opciones tras la retirada de algunos inversores claves. Figuras como Daniel Romero Abreu, presidente del lobby prochino Gate Center, ya han vendido su participación, mientras que otros, como Pedro Escudero, aún buscan comprador.

¿Quiénes son los nuevos jugadores?

Entre las opciones están Alex Soros, hijo del magnate George Soros, y el multimillonario checo Daniel Kretinsky. Kretinsky, conocido en España por su inversión en Caprabo y tener una importante participación en el club West Ham United, también ha intentado hacerse con otros medios de comunicación, como Le Monde, aunque fracasó por la oposición del Fondo para la Independencia de la Prensa.

Sombra de Putin sobre Kretinsky

El interés de Kretinsky no está exento de controversia. Su fortuna está relacionada con negocios que implican a Rusia, como su propiedad de EPH Corporation, que es la mayor empresa de transporte de gas ruso a Europa. Además, ha existido una conexión polémica con altos funcionarios rusos vinculados a Putin, lo que plantea inquietudes sobre su influencia en los medios.

Con un imperio financiero de 25.000 millones de dólares en juego, la estrategia de los accionistas cercanos a Moncloa parece depender de alianzas como las de Kretinsky y Soros, quienes han sido elegidos para ayudar a "mantener la esencia española" del grupo Prisa bajo el mando de Oughourlian.

El futuro de Prisa está en juego, y el poder económico de sus nuevos socios podría definir su camino en un panorama mediático cada vez más complejo.