Este sábado, el prestigioso Festival de Cine de Nueva York fue escenario de una inesperada interrupción cuando dos valientes activistas irrumpieron en la presentación de 'La habitación de al lado', la nueva película del célebre director español Pedro Almodóvar. Con pancartas en mano, los protestantes mostraron su apoyo a Palestina y Líbano, elevando la voz en un evento donde se debatía sobre el arte y la creatividad.

A pesar de los abucheos de parte del público por la interrupción, Almodóvar demostró su espíritu solidario y solicitó a la organización del festival si podía ofrecerles un micrófono. "Estamos hablando de nuestra película, pero te doy el micrófono por si tenéis que decir algo", expresó el director, generando un aplauso tanto en la sala como en las redes sociales.

El gesto de Almodóvar provocó una ola de apoyo en línea, especialmente entre los seguidores de las actrices Julianne Moore y Tilda Swinton, quienes también se unieron a él en el escenario para escuchar a los activistas. Swinton subrayó la importancia de tales actos, mencionando que eran un elemento “dignificante para este festival”.

Las palabras de la actriz resonaron profundamente: "Estas interrupciones son incómodas, pero son necesarias y tienen relevancia para nuestra película. Siria es la habitación de al lado, Beirut, Gaza. La película de Pedro nos pide que no miremos hacia otro lado”, declaró a los medios locales.

Los manifestantes también criticaron al Lincoln Center de Manhattan por “facilitar asentamientos ilegales en Palestina”, un reclamo que suena con fuerza dado el contexto actual de conflicto en la región. Tras su intervención pacífica, los activistas fueron finalmente expulsados de la sala, aunque su mensaje resuena aún fuertemente.

En un momento significativo de la presentación, Almodóvar también aprovechó la ocasión para pedir a los líderes mundiales con poder de veto en la ONU que actúen y pongan fin a la guerra en Gaza. "Desgraciadamente, una película nunca es suficiente", afirmó, refiriéndose a la urgente necesidad de acción global ante las crisis actuales.

Además, el director manchego hizo un llamado a la conciencia sobre el ascenso de la ultraderecha en el mundo, especialmente en vista de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. "La película es un drama, pero por el momento en que vivimos se convierte en muy política porque habla justamente de todo lo opuesto a los mensajes de odio que vemos en las redes continuamente... una situación que desgraciadamente con la ultraderecha ha aumentado en todo el mundo", concluyó Almodóvar, recordando que el arte también puede ser un vehículo de cambio y reflexión social.

Este evento no solo resaltó el compromiso del cine con la actualidad política, sino que también reforzó la idea de que los espacios culturales deben ser plataformas para la libre expresión y el diálogo sobre temas cruciales que afectan a la humanidad.