El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió este viernes durante 35 minutos con el Papa Francisco en el Vaticano, en un momento crucial generado por la inminente imputación de uno de sus ministros. A pesar de la tormenta política que enfrenta, Sánchez continuó con su agenda internacional, abordando en este encuentro temas como la creciente crisis en Oriente Medio, la guerra en Ucrania y los desafíos de la migración en España y Europa. Este fue el segundo encuentro entre ambos, siendo el primero en octubre de 2020, y aunque no estaba programado, Sánchez sorprendió al Papa regalándole monedas conmemorativas del aniversario de Pablo Picasso, una obra de terracota y varios volúmenes de documentos papales.

La reunión se llevó a cabo en la Biblioteca Apostólica del Vaticano, un lugar emblemático y privado, sin la presencia de periodistas ni cámaras. El breve encuentro fue esencial, ya que después del presidente español, estaba programado el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Tras la reunión, Sánchez describió el encuentro como "breve", "fructífero" y "muy positivo" para los intereses del Gobierno de España, enfatizando que se discutieron temas críticos relacionados con la paz tanto en Ucrania como en otras regiones en conflicto como Gaza, Líbano y Cisjordania.

"He compartido con el Papa la posición del Gobierno de España, que él conoce bien, defendiendo un firme respeto al derecho internacional humanitario. Hemos condenado toda violación y ataque a este derecho, incluyendo los recientes ataques contra la misión de las Naciones Unidas en Líbano", declaró Sánchez ante los medios, subrayando la urgencia de obtener una solución pacífica a estas crisis.

En lo que respecta a la migración, el presidente español destacó que esta es una cuestión que preocupa profundamente al Papa, y explicó los fundamentos de la política migratoria de España, que se basa en un sistema de acogida, apoyo al desarrollo económico de los países de tránsito, y políticas de integración de la migración que promueven la migración legal, ordenada y segura. Sin embargo, reconoció que la situación en las Islas Canarias es alarmante, con servicios asistenciales desbordados por la llegada de migrantes. Sánchez extendió una invitación al Papa para que visite la región y comprenda de primera mano la grave realidad que allí se vive.

Como gesto de buena voluntad, el Papa obsequió a Sánchez una obra de terracota titulada 'Ternura y amor' y varios volúmenes de importantes documentos papales, como el 'Mensaje para la Paz' de este año y el 'Documento sobre la fraternidad humana'. Este encuentro destaca no solo por la relevancia temporal, sino también por los cruciales intercambios sobre temas que afectan a millones de personas en el mundo, estableciendo un diálogo que podría influir en futuras decisiones políticas y humanitarias.