¡Stellantis se rebela contra la UE! ¿Un regreso a los coches de combustión?
2024-11-19
Autor: María
El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha alzado la voz ante la Unión Europea, señalando los enormes desafíos que enfrenta la producción de vehículos eléctricos. Aunque Stellantis ofrece una amplia gama de modelos eléctricos, la compañía continúa lidiando con altos costos de producción que la hacen menos competitiva frente a los vehículos de combustión interna.
Tavares ha sido claro al expresar que vender coches eléctricos al mismo precio que los modelos tradicionales es una tarea monumental. De hecho, ha destacado que la fabricación de vehículos eléctricos es un 40% más costosa que la de sus contrapartes de combustión. En un contexto de creciente presión por parte de la UE para electrificar el mercado automotriz, Stellantis se encuentra en una búsqueda activa de estrategias que les permitan reducir estos costos.
En su intervención en el Parlamento italiano, Tavares discutió no solo sobre las dificultades de ventas que enfrenta Stellantis, sino también sobre la incertidumbre que acompañan a los cambios drásticos hacia la electricidad en la industria automotriz. Esta incertidumbre, unida a los problemas en la cadena de suministro, ha llevado al CEO a cuestionar la viabilidad de algunas de las regulaciones actuales de la UE.
¡Un giro inesperado en las regulaciones de la UE!
Carlos Tavares enfatizó que los criterios normativos de electrificación, como la prohibición de venta de vehículos de combustión interna para 2035, no provienen de la voluntad de la industria, sino que han sido impulsados por los gobiernos. Para él, es vital que se introduzcan medidas públicas que faciliten realmente la transición hacia la electrificación, como incentivos que hagan que los coches eléctricos sean más accesibles para los consumidores.
El CEO volvió a centrar la atención en la gigafactoría de Termoli, Italia, la cual representa una inversión de 30.000 millones de euros hasta el año 2025. Aunque no reveló la capacidad exacta de esta planta, Tavares aseguró que su futuro dependerá en gran medida de la demanda de vehículos eléctricos. Además, la empresa prevé que Europa necesitará entre 3 a 4 gigafactorías para convertirse en un mercado completamente eléctrico, un proceso que también estará condicionado por la demanda.
En conclusión, mientras Stellantis se prepara para enfrentar un futuro incierto, los desafíos de la transición hacia la electrificación continúan sobreviviendo. ¿Estamos ante la posibilidad de un regreso al pasado? La tensión entre productores y reguladores podría definir el rumbo de la industria automotriz en los años venideros.