La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un trastorno que, con el tiempo, se ha vuelto una preocupación creciente para los hombres mayores de 50 años. Este problema no solo altera la calidad de vida al dificultar situaciones tan cotidianas como asistir a reuniones familiares o salir de casa sin la necesidad urgente de ir al baño. Según el Dr. Alejandro González Díaz, especialista en Urología de Policlínica Gipuzkoa, alrededor del 50% de los hombres de esta franja de edad presenta agrandamiento en la próstata, un proceso que es considerado natural.

Los síntomas de la HBP suelen ser sutiles al principio, por lo que muchos hombres no reconocen el cambio en su salud. Los especialistas en Urología de Policlínica Gipuzkoa indican que los hombres suelen quejarse de una menor fuerza al orinar y de tener que visitar el baño con mayor frecuencia. Esto puede llevar a problemas más serios, como interrumpir el sueño o provocar situaciones incómodas durante la conducción.

Para un diagnóstico efectivo, la evaluación médica incluye una historia clínica exhaustiva, análisis de sangre y orina, así como pruebas de imagen como ecografías y resonancias magnéticas. Es esencial descartar otras condiciones que puedan confundirse con la HBP, como infecciones urinarias o el cáncer de próstata, que es maligno.

El tratamiento de la HBP varía según cada paciente y tiene tres fases: medidas higiénico-dietéticas, medicación farmacológica y, en algunos casos, cirugía. Entre las recomendaciones, se aconseja limitar la ingesta de líquidos antes de dormir, seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física moderada.

En cuanto a la opción quirúrgica, se recurre a ella cuando los tratamientos farmacológicos no son eficaces tras un tiempo prolongado. Las técnicas actuales permiten realizar intervenciones menos invasivas que, gracias a la tecnología avanzada, minimizan el riesgo de complicaciones como la incontinencia o problemas de erección.

Un aspecto crucial a tener en cuenta es la relación entre la HBP y el cáncer de próstata. Durante años, se pensó erróneamente que un mayor volumen prostático incrementaba el riesgo de cáncer, pero investigaciones recientes sugieren que esta no es una conexión directa. Sin embargo, la detección temprana y el seguimiento regular son indispensables para asegurar la salud prostática.

Recuerda, cuidar de la salud de tu próstata es fundamental. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, no dudes en consultar a tu médico. Tu bienestar es lo más importante.