Wojciech Tomasz Szczęsny, el guardameta polaco que llegó al FC Barcelona para suplir a Marc André Ter Stegen, ha generado controversia por su confesión sobre su afición al tabaco. En una reciente entrevista con Mundo Deportivo, dejó claro que no tiene intenciones de dejar de fumar, subrayando que es un aspecto de su vida personal que no debería preocupar a nadie.

"No voy a cambiar este hábito. Fumar no afecta mi rendimiento en el campo. Trabajo más duro que nunca y evito fumar frente a los niños, no soy una mala influencia", declaró el exjugador de la Juventus, reafirmando su compromiso con su estilo de vida.

Desde la perspectiva de otros profesionales del fútbol, la discusión sobre los hábitos personales de los futbolistas ha cobrado fuerza. Santiago Cañizares, exguardameta del Valencia, aportó su opinión en un programa de televisión: "¿Cuál es el verdadero problema: fumar y tomar una copa o ser un jugador sin pasión y sin carisma? A veces se confunde el cuidado personal con la actitud en el campo. La clave es ser apasionado, talentoso y un verdadero competidor".

Szczesny también mencionó su relación con los paparazzi, quienes a menudo lo sorprenden en momentos privados. "A veces me fotografían desde detrás de los árboles, pero eso es un problema de ellos, no mío. Intento mantener mi vida personal alejada del ojo público, pero no cambiaré quién soy". La aceptación de sí mismo, a pesar de las críticas, es un aspecto que el portero parece valorar profundamente.

Este debate sobre su afición ha puesto en evidencia la necesidad de una conversación más amplia sobre la imagen pública de los deportistas y cómo sus decisiones personales deberían ser separadas de su profesionalismo. Szczesny enfatiza que, a pesar de sus elecciones personales, lo único que realmente importa es su rendimiento como portero: "Quiero ser juzgado por mis habilidades en el campo, no por lo que hago en mi vida fuera de él".