Las fuerzas rusas están intensificando su presión sobre las defensas de Ucrania, enfocándose en las ciudades de Kurajovo y Pokrovsk, ubicadas en la región de Donetsk. Imágenes geolocalizadas y reportes de las tropas ucranianas indican que las unidades de asalto mecanizadas rusas han realizado avances significativos al sur de Kurajovo, específicamente en el norte y noreste de la ciudad de Dalne, así como en los terrenos al este y sureste de esta localidad estratégica.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), estos recientes movimientos son parte de un esfuerzo más amplio para eludir las defensas ucranianas a lo largo de una cadena de asentamientos clave situada al norte de Vugledar. El grupo de expertos advierte que, si las fuerzas rusas continúan avanzando hacia Dalne, podría forzar a los militares ucranianos a retroceder de posiciones estratégicas en el área. Este movimiento podría abrir un camino relativamente despejado para las fuerzas rusas hacia Kurajovo desde el sur, intensificando aún más la presión sobre las tropas ucranianas, en un contexto donde el Kremlin ya había mostrado interés en avanzar hacia Pokrovsk, un centro logístico vital en el oeste de Donetsk.

En agosto, las fuerzas rusas lograron capturar la ciudad de Novojródovka, situándose ahora a menos de 7 kilómetros de Pokrovsk. Esta situación ha llevado a Kiev a enviar refuerzos cruciales a la región, intensificando así el enfrentamiento por el control del área.

A la par de estos eventos, los militares ucranianos han expresado preocupaciones sobre una potencial escalada de los asaltos rusos en la región de Zaporiyia. El coronel Vladyslav Voloshyn, portavoz del Grupo de Fuerzas Tavriisk, ha alertado que las tropas rusas están trasladando grupos de asalto entrenados a posiciones avanzadas dentro de la región ocupada de Zaporiyia. Si bien no se ha definido claramente si la ofensiva rusa será una operación unificada o acciones separadas, la tensión en la región sigue en aumento, lo que hace prever un aumento de la violencia en los próximos días.

Este nuevo desarrollo en el frente se suma a la creciente preocupación internacional sobre la duración y las repercusiones del conflicto, y promete ser un tema de debate tanto en foros diplomáticos como en medios de comunicación a nivel global.