Al menos 22 personas han perdido la vida y más de 117 han resultado heridas en un devastador ataque aéreo israelí en el centro de Beirut, según el Ministerio de Salud Pública del Líbano, reportado el jueves 10 de octubre de 2024.

El Centro de Operaciones de Emergencia informó que el saldo inicial indica la gravedad de la situación, con dos bombardeos contundentes que han impactado los barrios de Ras al Nabaa y Nuweiri. Estos ataques han tenido como objetivo zonas residenciales cercanas al edificio Al Ameliya y un inmueble adyacente al complejo de Jatam al Anbiaa.

Estos son los últimos de una serie de ataques que han sacudido a Beirut. Desde el inicio de esta intensa campaña aérea por parte de Israel hace más de dos semanas, el sur y este del Líbano han sido los principales focos de ataque, además de los suburbios al sur de la capital, conocidos como el Dahye. En las últimas semanas, las áreas de Cola y Bachura también han sido blanco de los bombardeos, dejando a los residentes en constante estado de alerta.

El clima de violencia ha llevado a muchos civiles a abandonar el Dahye, convirtiendo esta populosa zona suburbana en un área desierta. Se estima que más de 1,2 millones de personas han sido forzadas a huir de sus hogares debido a esta escalada de hostilidades, de acuerdo con fuentes oficiales del Líbano.

La situación humanitaria se ve agravada día a día, pues muchos de los desplazados se enfrentan a la escasez de recursos y atención médica. Las ambulancias continúan trasladando a heridos a hospitales, donde los equipos médicos luchan por atender a un número creciente de víctimas en medio de una crisis agravada.

Las tensiones no solo afectan a la población civil, sino que han intensificado el clima de inestabilidad en toda la región, poniendo a todos en guardia ante posibles nuevos enfrentamientos. Ni las organizaciones internacionales ni las autoridades locales han encontrado una solución efectiva ante esta crisis humanitaria inminente.

La pregunta en el aire es: ¿hasta cuándo podrá resistir Beirut bajo la constante sombra del conflicto?