Los principales grupos políticos de la Unión Europea —'populares', socialdemócratas y liberales— han cerrado un importante pacto que permitirá desbloquear la formación de la nueva Comisión Europea, destacando la designación de la española Teresa Ribera como vicepresidenta primera de la institución. Junto a ella, el ultraderechista italiano Raffaelle Fitto también será vicepresidente, lo que marca un giro significativo en la política comunitaria.

Fuentes de la negociación confirmaron a RTVE que la candidatura del húngaro Olivér Várhelyi, promovido para el puesto de comisario de Salud y Bienestar Animal, sigue en pie, aunque se están considerando ajustes en sus competencias para garantizar un equilibrio entre las naciones miembros.

Este miércoles, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, había instado a sus delegaciones en el resto de los países a apoyar vehementemente la candidatura de Ribera, quien actualmente se desempeña como vicepresidenta del Gobierno de España. Sin embargo, el Partido Popular español había manifestado su oposición a la propuesta, creando ansiedad entre los candidatos.

El acuerdo, que promete cambiar la dinámica en la Comisión, deberá ser ratificado en la próxima votación de coordinación y posteriormente en el Pleno de Estrasburgo. Este movimiento no solo reconfigura el poder en la UE, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas europeas en temas críticos como el medio ambiente y los derechos sociales. También se anticipa que este nuevo liderazgo feminizado podría impulsar la agenda ecologista dentro de la Comisión.

Mientras tanto, la tensión continúa en el aire, dado que algunos miembros del Parlamento Europeo están mostrando resistencia ante la influencia que los partidos de derecha podrían ejercer en esta nueva etapa. La próxima semana se prevé que sea decisiva, y muchos esperan que la votación no esté exenta de sorpresas.