El pasado domingo por la mañana, la localidad de Guillena, en Sevilla, se vio sacudida por una tragedia devastadora. A las ocho de la mañana, un incendio arrasó una vivienda ubicada en la calle Fernando Martín, acabando con la vida de un matrimonio y sus dos hijos. Esta devastadora experiencia dejó en shock a la comunidad, ya que se trata de uno de los incendios más graves en Sevilla en lo que va del siglo XXI.

Los primeros indicios apuntan a que el fuego fue provocado por la explosión de la batería de un teléfono móvil que se encontraba cargando en la parte inferior de la casa, específicamente sobre un sofá. La explosión no solo fue un estruendo alarmante, sino que también fue el punto de inicio de un fuego voraz que se propagó rápidamente.

El equipo especializado en la investigación de incendios de la Guardia Civil llevó a cabo una Inspección Técnica Ocular (ITO) en el lugar. Su trabajo ha sido crucial para esclarecer las circunstancias de este trágico evento que se suma a los ya lamentables casos de incendios mortales en la región.

A medida que el fuego se extendía, el hijo mayor del matrimonio regresó a casa tras salir con amigos. Sin pensarlo dos veces, intentó ayudar a su familia, pero la situación se tornó caótica. La familia, atrapada por las llamas, intentó llegar a la terraza trasera para escapar, pero se encontraron con la tragedia de una reja que no podían abrir.

Los vecinos reaccionaron rápidamente, intentando sofocar las llamas y rescatar a los cuatro miembros de la familia Rendón Hidalgo. Gracias a su valentía, lograron acceder a la vivienda a través de azoteas colindantes y rompieron la reja que daba acceso a la terraza. Sin embargo, lamentablemente, a su llegada, tres miembros de la familia ya habían perdido la vida. Solo uno de ellos aún presentaba signos vitales, pero a pesar de los esfuerzos de reanimación, no pudo sobrevivir.

Este caso ha reabierto el debate sobre la seguridad de los dispositivos electrónicos y su potencial riesgos. Las explosiones de baterías son más comunes de lo que se imagina, y organizaciones de seguridad están instando a las personas a seguir las pautas adecuadas durante la carga de sus dispositivos. La comunidad de Guillena se encuentra de luto, y muchos se preguntan: ¿podría haberse prevenido esta tragedia?