Un lamentable suceso ocurrió este martes en las Islas Chatham, un remoto archipiélago del este de Nueva Zelanda, donde un joven submarinista perdió la vida en un hospital tras ser atacado por un tiburón mientras practicaba buceo. Este trágico incidente fue confirmado por la Policía neozelandesa, que ha expresado su pesar por la pérdida.

La víctima, identificada como Jade Kahukore-Dixon, de 24 años, fue rápidamente trasladada a un hospital en las Islas Chatham, ubicadas aproximadamente a 800 kilómetros de la Isla Sur, pero, lamentablemente, sucumbió a las graves heridas causadas por el ataque del escualo. De acuerdo con el comunicado oficial, "el cadáver será enviado al forense para un examen más detallado".

Jade había lanzado su propia empresa de pesca submarina, llamada Nomad Diving, en junio de este año, demostrando su pasión por el océano y la vida marina. Sin embargo, el ataque ha generado inquietud en la comunidad de buceadores y pescadores alrededor del archipiélago, ya que, si bien los ataques de tiburones son raros en Nueva Zelanda, este incidente ha dejado a muchos con temor.

El padre de Jade, Jacky Dixon, mencionó en una entrevista que sospecha que la especie involucrada podría ser un gran tiburón blanco, aunque no se ha confirmado oficialmente. Este tipo de tiburón es conocido por su tamaño y fuerza, y aunque los ataques a humanos son poco comunes, siempre han suscitado gran preocupación.

Además, en diciembre de 2023, otro caso similar ocurrió en un estuario de Southland, donde una mujer de 21 años también fue atacada por un tiburón. Esto plantea la pregunta: ¿Está cambiando el comportamiento de los tiburones en aguas neozelandesas? Los expertos en vida marina están analizando las circunstancias detrás de estos incidentes para entender mejor la dinámica entre los humanos y estos magníficos pero peligrosos depredadores.

La tragedia ha llevado a un llamado a la vigilancia en las actividades de buceo, así como a una reconsideración de las medidas de seguridad para prevenir futuros ataques. Este doloroso acontecimiento recuerda la necesidad de respetar el hábitat marino y mantenerse informado sobre las especies que habitan en él.