¡Trauma en Massanassa! Un trabajador muere en un colegio destinado a derribarse
2024-11-24
Autor: Ana
Una tragedia ha sacudido a la comunidad de Massanassa tras el derrumbe de un porchado en el colegio Lluís Vives, provocando la muerte de un operario de Tragsa y dejando a otro herido de manera leve. El conseller de Educació, Cultura, Universitats i Ocupació, José Antonio Rovira, calificó el incidente como "imprevisible", insistiendo en que no existía ningún informe que alertara sobre el riesgo de colapso del edificio.
Sin embargo, estas afirmaciones chocan con las declaraciones del alcalde Francisco Comes, quien aseguró que el centro educativo estaba catalogado como "rojo" y que, según los técnicos de la Conselleria, debía ser derribado. "Esto significa que tienen que actuar y demoler la estructura", enfatizó el alcalde.
Además, el Ayuntamiento había sido notificado días antes sobre la realización de trabajos en el colegio. "Se trataba de labores externas, no interiores", aclaró Comes.
Previamente, el 7 de noviembre, el consistorio alertó a la población a través de redes sociales sobre la prohibición de entrar en los colegios Lluís Vives y Ausiàs March debido a un posible derribo.
Esto afectó incluso a la Universitat de València, que tuvo que reorganizar sus clases de máster debido al cierre del edificio. Se decidió ceder todo el edificio de la sede del máster al CEIP Lluís Vives, asegurando un lugar para que los 500 alumnos de primaria pudieran continuar con su educación a pesar de la adversidad.
El conseller también mencionó que, aunque los informes técnicos indicaban "daños importantes", no existía un "riesgo inminente" para la ocupación del edificio, destacando que el siniestro ocurrió en el porche que conectaba dos de las edificaciones del colegio.
Desde el Grupo Tragsa, se informó que el colapso del porchado resultó de una falla en la estructura metálica que había sido diseñada para proteger el paso entre los edificios. Durante una reunión de urgencia en el Palau de la Generalitat, Rovira añadió que el centro educativo tiene ya más de 50 años y, tras los daños ocasionados por la DANA (DANA = Depresión Aislada en Niveles Altos), parecía más sensato optar por una demolición total en vez de reparaciones.
Este trágico evento reabre el debate sobre la seguridad de los edificios escolares y la prontitud en la ejecución de las obras necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes y trabajadores. La comunidad espera respuestas y acciones inmediatas para evitar que tragedias así se repitan en el futuro.