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¡Ucrania devasta el arsenal ruso! El misil R-360 Neptune destruye 400 drones Shahed en un asombroso ataque

2024-10-10

Autor: María

Rusia ha sufrido un golpe devastador en su capacidad de ataque aéreo gracias a un asombroso operativo militar llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU). En un ataque coordinado el 9 de octubre, Ucrania utilizó su misil de crucero R-360 Neptune para destruir una base de almacenamiento de drones kamikaze Shahed-136, eliminando un total de 400 unidades en un solo golpe.

La acción fue una respuesta casi inmediata a la destrucción de una estación de radar Nebo-M de Rusia, efectuada una semana antes con el sofisticado sistema de misiles Tácticos del Ejército de EE. UU. (ATACMS). La base de drones, situada cerca de la ciudad rusa de Oktyabrskiy, sufrió un daño catastrófico, con informes que confirman una detonación secundaria tras el impacto preciso del misil.

Esa base de drones tenía una importancia crucial, y la pérdida de 400 dispositivos equivale aproximadamente al 5% de todos los drones Shahed que Rusia ha desplegado a lo largo de más de 30 meses de conflicto, según Forbes. Este ataque no solo limita la capacidad de ataque de Rusia, sino que también causa un impacto psicológico significativo en sus fuerzas, poniendo de manifiesto la efectividad creciente de las tácticas ucranianas.

La eliminación del radar Nebo-M, que el personal militar ucraniano considera vital para las operaciones rusas, es otro indicador del ingenio táctico de Ucrania. Se estima que solo quedan 10 de estos radares en funcionamiento, cada uno valorado en más de 100 millones de dólares. Este golpe refuerza la capacidad de Ucrania para crear un corredor aéreo seguro, lo que les permite lanzar sus misiles de crucero Storm Shadow y SCALP-EG con mayor libertad.

En cuanto al misil R-360 Neptune, ha sido una revelación en el campo de batalla. Presentado por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en agosto, este misil tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede ser utilizado en objetivos terrestres, siendo una adaptación de otra variante diseñada originalmente como misil antibuque en 2018.

Su velocidad subsónica de 900 km/h y la capacidad de volar a altitudes que oscilan entre 10 y 300 metros, descendiendo a solo 3 metros en su aproximación final, lo convierten en un arma excepcionalmente difícil de detectar. La Marina de Ucrania incorporó el R-360 Neptune en su arsenal en 2021 y desde entonces ha cambiado las reglas del juego en el conflicto.

Con un diseño mejorado derivado del misil antibuque soviético Kh-35 y un sistema de lanzamiento que puede montarse en vehículos de transporte, este misil se perfila como una de las claves de la estrategia bélica ucraniana para competir en un entorno de guerra moderna y desafiante. La pregunta es: ¿cuántos más golpes devastadores puede infligir Ucrania antes de que Rusia logre reorganizar su defensa?