Las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos han finalizado este domingo una "reunión productiva" en Riad, centrada en discutir un alto el fuego parcial que abarque las instalaciones energéticas y la infraestructura crítica del país invadido.

El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, expresó a través de la red social X que las conversaciones fueron fructíferas: "Hemos concluido nuestra reunión con el equipo estadounidense. Abordamos temas claves, especialmente lo relacionado con el sector energético". Este encuentro forma parte del esfuerzo del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, por alcanzar "una paz justa y duradera" tanto para Ucrania como para toda Europa.

Antes de la reunión, Zelenski había indicado que el equipo ucraniano estaba trabajando "de manera absolutamente constructiva" con los estadounidenses. En su mensaje nocturno, reafirmó la importancia de presionar al presidente ruso, Vladímir Putin, para que detenga los ataques, dado que, como remarcó, "quien provocó esta guerra, debe ponerle fin".

Esta fue la segunda reunión entre los equipos negociadores de Ucrania y Estados Unidos en Arabia Saudí, tras el encuentro de alto nivel en Yeda el 11 de este mes. En esta ocasión, las conversaciones adoptaron un enfoque más técnico, con representantes clave de la delegación ucraniana, incluyendo a Oleksandr Karasévich, secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, y Mikola Kolisnik, viceministro de Energía.

Para el día de mañana, está previsto que los representantes de Estados Unidos se reúnan con el equipo negociador ruso, que incluirá altos funcionarios del Senado ruso y del Servicio Federal de Seguridad (FSB). Durante estas conversaciones, se espera que se discutan temas críticos como la protección de las instalaciones energéticas y la infraestructura civil.

Una de las cuestiones que probablemente será prioridad en estas negociaciones es la reanudación de una tregua en el mar Negro, que permitirá a Ucrania exportar sus cereales de manera segura, una medida vital para su economía. Dada la situación actual, la delegación ucraniana insistirá en que se detengan los ataques a la infraestructura portuaria, particularmente la ubicada en Odesa.

Sin embargo, el Kremlin ya ha advertido que las conversaciones dibujan un panorama complicado, con "muchos escollos" por superar, según afirmó su portavoz, Dmitri Peskov. Mientras Rusia ha rechazado hasta ahora la opción de una tregua total, tanto la Casa Blanca como varias naciones europeas han propuesto diferentes temporalidades para un alto el fuego, siendo la más reciente una agenda para alcanzar un acuerdo antes del 20 de abril. No obstante, las diferencias significativas entre las partes podrían retrasar este objetivo.

Con este trasfondo, el futuro de las negociaciones parece incierto, pero la comunidad internacional sigue atenta a los avances que puedan surgir de esta crucial reunión.