Joël Le Schournec, un cirujano de 72 años de Francia, ha sido acusado de haber abusado sexualmente de 299 pacientes, algunos de los cuales eran menores de edad, mientras estaban inconscientes en la mesa de operaciones. Este escándalo ha captado la atención de los medios y se espera un juicio mediático en 2025, particularmente tras el revuelo generado por un caso similar en Mazan.

El fiscal de Lorient, Stéphane Kellenberger, reveló que la investigación, que concluyó en julio de este año, está a la espera de una fecha definitiva para el juicio, que se prevé que tenga lugar en Vannes, al noroeste de Francia, en la primera mitad de 2025.

A lo largo de cuatro años de investigaciones, se determinó que Le Schournec cometió estos abusos entre 1989 y 2014 en diversos hospitales de la región noreste de Francia. La edad promedio de las víctimas es escalofriante: 158 hombres y 141 mujeres, cuyo rango de edad era de solo 11 años, con 256 de ellos menores de 15 años en el momento de los hechos.

El fiscal Kellenberger calificó este caso como "excepcional" debido a la gran cantidad de víctimas involucradas, y anunció que 111 de los casos podrían calificarse como violaciones agravadas, mientras que el resto sería considerado como agresiones sexuales agravadas. Si es hallado culpable, Le Schournec podría enfrentar hasta 20 años de prisión, sumándose a los 15 años que ya enfrenta por la violación de la hija de unos vecinos, un caso que salió a la luz en 2020.

Durante la investigación, se descubrieron cuadernos en el hogar del cirujano en los que registraba cronológicamente la identidad de sus víctimas y los abusos cometidos. Según el fiscal, las víctimas no tenían memoria de lo sucedido, ya que estaban sedadas o en proceso de reanimación. Sin embargo, se hallaron secuelas postraumáticas en varias de ellas, que podrían estar relacionadas con los abusos.

Le Schournec, descrito por el fiscal como un individuo de "personalidad atípica", también había sido denunciado en 2006, pero no se tomaron medidas adecuadas en su contra, lo que ha llevado a la apertura de una investigación paralela por posible encubrimiento de delitos. Este inquietante caso pone en relieve la necesidad de abordar y prevenir el abuso sexual en el ámbito médico y ha generado un clamor por justicia entre las víctimas y la sociedad.