La Consejera de Salud y Servicios Sociales de Extremadura, Sara García Espada, destacó este miércoles la crucial importancia de vacunar a los niños de entre 2 y 5 años contra la gripe. Garcia Espada subrayó que los padres deben sentir la misma preocupación que ella y su equipo sobre las complicaciones que puede acarrear esta enfermedad en los más pequeños, así como el riesgo de contagio a otros miembros de la familia.

"Mientras que la vacuna contra el Virus Sincitial Respiratorio ha alcanzado una cobertura del 90 por ciento, la gripe no se percibe con la misma gravedad", explicó la consejera. Esta falta de percepción puede resultar peligrosa, ya que la gripe puede llevar a complicaciones graves y hospitalizaciones en los menores. De hecho, en la última campaña de vacunación, se registraron ingresos en la UCI de niños afectados por la enfermedad.

García Espada también mencionó el esfuerzo de la Administración regional al adquirir la vacuna intranasal para este grupo etario. Aunque la tasa de vacunación ha mejorado en comparación con años anteriores, enfatizó que tanto en Extremadura como en toda España hay un margen importante para seguir avanzando.

En un llamado dirigido a los padres, la consejera instó a que no tengan miedo a vacunar a sus hijos y que vean la vacunación como una forma de protección, ya que el Servicio Extremeño de Salud financia la vacuna al cien por cien. Es fundamental que haya un cambio en la percepción social hacia la gripe para asegurar la salud de los más vulnerables.

Este año, la campaña de vacunación tuvo un horario novedoso extendido por la tarde, permitiendo que se administraran un total de 200 dosis pediátricas. Aunque la campaña en horario vespertino ha concluido, a excepción de Coria donde se vacunará este viernes 29, la consejera aseguró que volverán a habilitar este horario si la población así lo exige.

Para concluir, la consejera García Espada calificó las tasas de vacunación de "muy buenas", superando las 214.000 dosis administradas, de las cuales 7.800 fueron durante la tarde. Este esfuerzo colectivo es vital para proteger la salud de nuestros niños y prevenir brotes que podrían poner en riesgo a toda la comunidad.