La Unión Europea (UE) y los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que incluyen a Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, han marcado este martes un hito en sus relaciones con la celebración de su primera cumbre conjunta en Bruselas. Esta histórica cita ha generado expectativas debido a las tensiones existentes entre las dos regiones, especialmente en el contexto de los conflictos internacionales actuales en Ucrania y Oriente Medio. A pesar de sus diferencias, ambas partes buscan fortalecer sus vínculos en áreas como comercio, inversión, conectividad y lucha contra el cambio climático, destacando que la UE representa el segundo mayor socio comercial del CCG, con intercambios que alcanzaron los 170.000 millones de euros en 2023.

El evento culminó en una declaración conjunta que refleja un delicado equilibrio al abordar las preocupaciones mutuas, incluyendo un llamado urgente a un alto el fuego inmediato en Oriente Medio. Sin embargo, esta declaración evita condenar abiertamente a actores clave como Rusia, Irán o Israel. La situación se complica aún más por la controvertida presencia del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman (MBS), en la cumbre, quien ha sido señalado como responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.

Fuentes de la UE y del CCG comentaron que, aunque los líderes reconocer los desacuerdos en ciertas cuestiones, hay un consenso sobre el deseo compartido de promover la prosperidad, la paz y la cooperación. "Hemos encontrado un lenguaje común para abordar los temas más urgentemente apremiantes", declaró Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la UE.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, enfatizó el deseo de mayor estabilidad y respeto al derecho internacional. Curiosamente, esta cumbre también representa una rehabilitación simbólica de MBS en el ámbito político internacional tras años de aislamiento, recibiendo elogios y tomando fotos con otros líderes, incluyendo a Ursula von der Leyen.

En cuanto al conflicto en Ucrania, los líderes europeos intentaron persuadir a los países del CCG a alinearse con sus posturas, siendo conscientes de las fuertes relaciones de estos con Rusia. Sin embargo, la situación se vuelve más crítica cuando se discute sobre el conflicto en Oriente Medio, donde la postura de los países del Golfo es más rigurosa respecto a Israel, a diferencia de algunos países europeos que han mantenido una posición más moderada.

El emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad al Thani, subrayó la necesidad de unir al mundo alrededor de la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí, agradeciendo a aquellos que ya han reconocido el Estado palestino, como España.

En un momento donde las tensiones continúan aumentando, especialmente debido al papel de Irán en la región, Ursula von der Leyen destacó la urgencia de aunar esfuerzos diplomáticos para mitigar la escalada de conflictos, mencionando ataques balísticos que amenazan la seguridad de Israel y las operaciones navales del CCG.

La declaración final, aunque diplomática, busca abordar todos los temas pertinentes sin provocar una reacción adversa de las potencias involucradas. En cuanto a la guerra de Rusia contra Ucrania, se ha invocado la necesidad de garantizar la protección de los civiles y la infraestructura crítica, reafirmando el compromiso con la soberanía y la integridad territorial de los Estados según las resoluciones de la ONU.